El “concierto” más largo en el año 2018 y, tal vez el más exitoso de su historia, lo ofreció la Empresa Comercializadora de la Música y los Espectáculos de Ciego de Ávila.
De su catálogo fueron nominados al Cubadisco el solista Yoan Zamora y el grupo Rumbávila, este último designado también para los premios Lucas, ambos grabaron discos en los estudios Abdala. Mientras que Dayanis Gutiérrez resultó candidata a los lauros del programa televisivo Cuerda Viva.
No obstante, para Orlando Pino Amores, director de Musicávila, devino “espectáculo” de mayor connotación el pasado año, el rompimiento de la cadena de impagos. Y, aunque tal gestión no constituye una obra musical, la empresa sí estuvo ¡Sonando en Cuba!
Su colectivo afinó los instrumentos de la contratación y el control económico, para cerrar las operaciones contables en diciembre pasado sin deudas con los artistas y los organismos, única empresa de su tipo en el país con ese resultado.
Ni con guitarra, ni con violín fue el éxito. La empresa pudo erradicar su desconcierto que significaba el saldo superior a los 6 millones de pesos de déficit financiero, de ellos más de 2 millones correspondían a pagos pendientes a músicos locales y nacionales.
Pino comenta cómo lo lograron: “Con mucho esfuerzo de nuestros trabajadores y directivos; el análisis oportuno en el consejo de dirección, la sección sindical y el núcleo del Partido; y la comprensión de los artistas, quienes, a pesar de las deudas, nos dieron un voto de confianza y actuaron de forma gratuita en más de 450 actividades políticas y sociales.
“Realizamos con rigor la conciliación de las cuentas por cobrar y pagar, efectuamos una mejor contratación que posibilitó incrementar el nivel de ingresos, priorizamos el pago a las unidades artísticas y contamos con el apoyo de los Consejos Municipales de Administración, con vistas a que cada agrupación musical se dirija a nuestra empresa antes de su actuación, no obstante las ventajas que les ofrece la legislación en relación con los contratos.
“Además, certificamos con Intermar los inventarios, los activos fijos tangibles, los inmuebles, los archivos, la seguridad informática”.
De todos modos, el directivo considera no sentirse satisfecho: “A pesar de sobrecumplir las utilidades, el valor agregado y otros indicadores fundamentales, no logramos los ingresos planificados. Nos quedaron reservas de eficiencia en la comercialización.
“Debemos seguir elevando la calidad de la programación cultural y de los artistas. El consejo artístico tiene el cometido de seguir profundizando en las evaluaciones. En tal sentido, contamos con la fortaleza de tener evaluados a todos los músicos pertenecientes a nuestro catálogo.
“Las 196 unidades artísticas están comprometidas con responder a las necesidades de giras, festejos populares y el turismo, con este sector tenemos contratado el 92 % de nuestras unidades artísticas en el polo Jardines del Rey.
“Nos preocupa que Ciego de Ávila, con amplias perspectivas de desarrollo principalmente en su cayería, no tenga una escuela de música de nivel medio. Importamos mucho talento de otras provincias, sobre todo, en algunas especialidades, en instrumentos que son muy afines para la música que comercializamos.
“Se agudiza el problema en los cuerpos de baile, no hay donde formarlos aquí, la mayoría de sus integrantes son de varios territorios del país. Incluso, hay éxodo de bailarines”.
Acerca del autor
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.