Cada 11 de abril los guantanameros viven un sentimiento patrio único, los más viejos se emocionan y afirman que es “el día más importante para los cubanos” otros defienden la idea de que es una fecha inigualable entre las efemérides de los que aquí viven, pero todos concluyen que aquella noche de 1895 en que desembarcaron José Martí y Máximo Gómez por Playitas de Cajobabo constituyó una de las hazañas más importantes del siglo XIX cubano.
Sin embargo la llegada a Cuba por ese territorio de las dos figuras más prominentes de la Guerra Necesaria: el jefe político y el militar no son las únicas razones que enorgullecen a los guantanameros en su vínculo con la figura de José Martí. Aunque aquí describiera parajes de la geografía local, disfrutara la flora y la fauna autóctonas, y hasta le regalaran el caballo que le acompañó en sus últimas horas existen, según los historiadores, otras tres poco difundidas y relevantes.
El hacha taína de José Martí
Según me cuenta uno de ellos, el también investigador Julián Centeno Navarro, “el Apóstol de la libertad de Cuba tuvo un hacha taína a la que tenía un gran apego”, se trataba de un implemento utilizado en ceremonias místico-religiosas por los precolombinos, en la antigua región de Baracoa, obsequiada a Martí por su amigo de la infancia Fermín Valdés Domínguez.
El hacha había sido uno de los objetos atesorados por Fermín como recuerdo de sus incursiones arqueológicas en ese lugar, donde fue contratado en 1890 como médico municipal. Participante en muchas exploraciones que abarcaron todo el territorio hasta Maisí, Fermín se convirtió en un profundo conocedor de la cultura de los amerindios cubanos, pero no fue hasta el 27 de enero de 1894 en Nueva York,
cuando se encontró con su entrañable amigo, vísperas de su cumpleaños y le regaló el objeto. Al patriota Benjamín Guerra debemos las impresiones de aquel momento en la oficina de 120 Front Street, donde radicaba la Delegación del Partido Revolucionario Cubano y la redacción del Periódico Patria. Entre abrazos y lágrimas de emoción, Martí recibe entre otras piezas arqueológicas, el hacha taína, encontrada en un sitio cercano al Faro de Maisí.
“Desde entonces estaría como pisapapel sobre su mesa de trabajo, símbolo tangible de la amada patria. Contaba Gonzalo de Quesada y Aróstegui, secretario de Martí, que muchas veces la acariciaba entre sus manos y decía: “Quisquella pierde el nombre y se convierte en La Española, Borinquen también lo pierde y se convierte en Puerto Rico, pero Cuba continúa con su nombre taíno. Toco esta hacha y toco a Cuba, porque Cuba es nombre taíno, y todos los cubanos somos taínos en nuestro nombre”.
La Edad de Oro: su bienvenida
Fue un paquete con 20 ejemplares del primer número de la preciada revista los primeros en entrar a Cuba por Guantánamo. Según la historiadora Irma Pérez Odio, sus recibidores radicaban en el edificio de dos pisos ubicado en la actual calle Calixto García esquina a Emilio Giró. Ahí funcionaba la llamada sociedad del centro La Luz, “institución cultural de marcado espíritu patriótico y foco conspirativo de los revolucionarios de esa villa”, lugar desde donde se distribuyó la revista hacia varios pueblos del oriente cubano.
Cuentan que el patriota santiaguero Amador Esteva, radicado en Guantánamo, era uno de los miembros fundadores de la sociedad y amigo de Martí. Por eso tras una carta del fundador, director, y redactor de la Edad de Oro, no dudó en contribuir a la promoción y circulación de la revista dentro del país. Sobre todo tratándose de una tarea que el Maestro le pidió fuera una “empresa del corazón y no de mero negocio”.
La Guantanamera con los versos de Martí
Icónica por ser la canción que más identifica a Cuba en todo el mundo: La Guantanamera tiene entre sus adaptaciones las primeras estrofas de los Versos Sencillos de José Martí. Quién los puso… ¿cómo fue? … son indagaciones que revelan también los nexos martianos con el alto oriente del archipiélago.
Harto discutida por compositores nacionales y foráneos la composición musical de la popular guajira pertenece a Joseíto Fernández Díaz, quien se le inscribe oficialmente desde 1928.
Julián Orbón, músico de ascendencia española y cercano al grupo Orígenes fue el que tuvo la sensibilidad de incorporar los Versos Sencillos de José Martí: Poemas I, V y VIII, a La Guantanamera, desde entonces no es extraño ver entre los autores de la obra musical al Apóstol.
Según musicólogos y estudiosos martianos los versos sencillos del cubano más ilustre fueron traducidos además al inglés, cuando el trovador norteamericano Peter Seeger la entonó en el Carnegie Hall de Nueva York, el 8 de junio de 1961.
En los años cincuenta Joseíto Fernández visitó Guantánamo y fue atendido por los reconocidos compositores locales Luis Morlote y Rafael Inciarte, quienes elogiaron la moldeabilidad de los cuatro acordes y los versos martianos posibilitando su fácil arreglo en diversos géneros musicales.
LA GUANTANAMERA ES COMO EN ESTA TIERRA AMADA EL ALMA LLANERA, QUE ES EL SEGUNDO HIMNO DE VENEZUELA SU I primera Estrofa dice así «Yo Nací en esta ribera del arauca Vibrador soy Hermano dela espuma de las garzas de las rosa y del Sol Soy hermano de la espuma y por eso tengo el Alma con el alma primorosa donde el autor Rafael Bolívar Coronado, igual que el gran Joseito fernadez sentía un gran Amor por su tierra y su geografía
Yo nací en una ribera del Arauca vibrador
soy hermano de la espuma
de las garzas y de las rosas
soy hermano de la espuma,
de las garzas, de las rosas
y del sol
y del sol.demuestran su amor por la tierra que viva mi Venezuela querida y la Cuba indómita mi segunda Patria también querida ya que tengo un hijo en sus suelos