La toma del poblado de Báez, en el municipio villaclareño de Placetas, acción importante de la campaña del Che en Las Villas para que la Columna 8 Ciro Redondo lograra avanzar hacia la ciudad de Santa Clara y proteger Fomento, fue rememorada este 16 de diciembre.
Pioneros de varias escuelas del poblado reprodujeron la escena en que el Ejército Rebelde pide la rendición a las fuerzas batistianas, así como la entrada triunfal de los barbudos al poblado bajo la dirección del Comandante Faure Chomón, que contó con la decisiva colaboración de los hermanos Pedrosa y de otros combatientes.
De igual manera que hace 60 años los habitantes de Báez gritaron consignas patrióticas en las que se evidenció la decisión de defender la Revolución que nació con Cespedes en la manigua redentora y que continúa hoy. Como homenaje se depositó una ofrenda floral en el obelisco que recuerda ese hecho.
A nombre de la joven generación, la estudiante Claudia Núñez Martínez agradeció a los combatientes del Ejército Rebelde aquella acción que trajo a este pequeño pueblo la soberanía y la dignidad.
Alexis García Pérez, miembro del Buró municipal del Partido, expresó que este es un día para honrar el patriotismo y el empeño de hacer una sociedad independiente y enfatizó en las conquistas alcanzadas en Báez, así como las nuevas obras sociales puestas en marcha como la zona wiffi, la reparación de la panadería, la funeraria, la terminal de ómnibus, entre otras. Asimismo, llamó a consolidar la disciplina social, la productividad y la calidad en los servicios.
Estuvieron presentes Julio Ramiro Lima Corzo, primer secretario del PCC en Villa Clara, Esperanza Barceló, vicepresidenta del gobierno en el territorio y Serguei Martín Guerra, secretario del Partido en Placetas, además otros dirigentes , combatientes , varios de ellos participantes de la acción y el pueblo de Báez.
Pedrosa, el dulcero
Eran cuatro hermanos, Rolando, Lugardo, Isidoro y Humberto, les decían los dulceros, pues era el oficio de la familia. Fueron fundamentales protagonistas de la toma del poblado. Para el 16 de diciembre de 1958 ya Rolando había caído en combate. Lugardo e Isidoro estaban incorporados al Ejército Rebelde, y Humberto, único sobreviviente de los hermanos, sería el enlace entre el Escambray y Báez.
Una breve nota con fecha 16 de diciembre de 1958 del Che a Faure Chomón resume la situación: “Faure: Fuimos cercando el poblado durante la noche. Ahora tenemos dominada una posición en la que se rindieron guardias. Hay dos posiciones más que están cercadas y el cuartel también. El camino de Nazareno está bien custodiado. Si ustedes los detienen en Báez se tendrán que rendir. Te saluda Che”.
Humberto reafirma lo que narra Guevara, “todo estaba listo para la acción. Un pelotón entró por un lateral del pueblo, otro monteando el cafetal. Se le comunica a las fuerzas del cuartel que están rodeados, los rebeldes entran y el pueblo los apoya incondicionalmente, así se consolida la victoria que tenía el dulce sabor del triunfo”, puntualiza el combatiente.
Para Humberto es día anhelado: «por la libertad, por el reencuentro con los hermanos, por la posibilidad de continuar la obra», dice orgulloso.
Esta acción encomendada por el Che al fue estratégica para impedir el avance del enemigo en la dirección Santa Clara – Báez – Fomento.
El puente de la victoria
El derribo del puente de Falcón, ubicado en el poblado ubicado en la Carretera Central hacia Placetas también fue recordado con una gala político-cultural, en la que entre canciones y poemas se evocó el acontecimiento que conmocionó a ese pueblo en diciembre de 1958.
Se recordó así el aniversario 60 de aquel hecho que tenía como propósito impedir las comunicaciones en el país y fundamentalmente la llegada de refuerzos hacia Santa Clara. Además la operación permitiría tomar escalonadamente cada pueblo de la región para aislar la ciudad principal de Las Villas.
Un grupo de hombres comandados por Ernesto Guevara y ayudados por el pueblo de Falcón lograron derribar el puente de la Carretera Central que se encuentra sobre el río Sagua la Chica, acción que incomunicó el poblado.
Varios vecinos del poblado recordaron cómo los pobladores se reunieron para apoyar el derribo del puente de hierro. “Era una mole, se hizo con antorchas, el estruendo fue descomunal. Posterior a la destrucción del puente, el Che habló al pueblo exhortándolo a que continuaran la lucha por el derrocamiento de la tiranía”, evocaron.