Expresó Yanet Hernández Pérez integrante de la Comisión que tuvo a su cargo la elaboración y presentación del Proyecto
Con el orgullo de una sencilla maestra, Yanet Hernández Pérez expresó que ha sido un honor y un privilegio formar parte de la comisión que tuvo a su cargo la elaboración y presentación del Proyecto de Constitución, que hasta el venidero 15 de noviembre se debate en colectivos de trabajo, estudiantiles, en barrios y comunidades.
Sé que en este grupo de 33 compañeros —comentó la asesora de la Ministra de Educación— pudieran estar representadas otras tantas mujeres, con valiosas trayectorias, por ello haber sido seleccionada para integrarlo ha sido gratificante.
“Más que aportar he aprendido de la historia patria, de la vida de nuestro General de Ejército Raúl Castro Ruz, y de las sabias intervenciones que en esos encuentros realizó el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez; se ha combinado la experiencia con la continuidad. Además, ha sido fundamental compartir con personas de disímiles sectores”.
Al ofrecer sus criterios sobre la Reforma Constitucional manifestó que está contextualizada en una etapa en que el país lo precisa. “Ha sido la inteligencia colectiva la que nos ha permitido trabajar en el Proyecto, el cual debe lograr una mayor correspondencia entre la Ley Fundamental de la República y la realidad cubana actual”.
El texto recoge las transformaciones realizadas en los últimos años, y se tuvieron en cuenta, además, los documentos aprobados durante el VI y VII Congreso del Partido, los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030.
Evidentemente —explicó— la nación no estaba en condiciones de asumir los encargos que desde los últimos congresos del Partido nos fueron dados, si no realizábamos una revisión profunda de la Ley Suprema del Estado, la cual tuvo su actualización en el 2002, cuando dejó consignado el carácter irrevocable del socialismo.
Comentó la opinión de quienes consideran que la Constitución puede contener todo lo relacionado con la niñez y la juventud, y aclaró que una vez aprobado el Proyecto en referendo popular vendrá un conjunto de normas específicas. “Cuba es signataria de convenios sobre estos temas, por lo que no es imprescindible que muchos de estos aparezcan en la Carta Magna”.
Educación, en el punto de mira
En correspondencia con su perfil profesional, se detuvo en el Título IV: Derechos, Deberes y Garantías —específicamente en el Capítulo III: Derechos Sociales, Económicos y Culturales— y resaltó que ahora están organizados de una mejor manera y se incorporan otros que fortalecen las garantías de los ciudadanos y el deber de actuación del Estado, la sociedad y las familias.
En cuanto a educación, “aspecto tan sensible para la población”, el texto ratifica que el Estado (Artículo 84) garantiza a sus ciudadanos servicios de educación gratuitos y asequibles para su formación integral, desde el prescolar hasta la enseñanza universitaria de pregrado (…).
“Ah, es verdad que en la enseñanza general, por ejemplo, los padres trabajadores con hijos en seminternados remuneran siete pesos por el servicio de almuerzo que presta la escuela, pero es importante decir que en este caso no se está cobrando la actividad educativa, se trata de un pago simbólico”. Entre otros aspectos mencionó, además, el carácter laico de la educación y la responsabilidad del Estado y la familia entre los cuales debe existir una alianza para la formación de los niños, adolescentes y jóvenes.
Armonía entre la Constitución y el Código de Trabajo
La funcionaria del Ministerio de Educación (MINED) se detuvo en el Artículo 77 (Capítulo III, del Título IV) el cual recoge la prohibición del trabajo en la infancia y en la adolescencia, pero “brinda especial protección a aquellos adolescentes de 15 y 16 años de edad que, en circunstancias excepcionales definidas en la ley, son autorizados a incorporarse al trabajo, con el fin de garantizar su formación integral”.
Explicó que tal aspecto no aparece recogido así en la Constitución de 1976, y valoró como positiva la nueva formulación, para lo cual se apoyó en el Artículo 86 del Código de Trabajo (Ley no. 116), el que señala las circunstancias a partir de las cuales pueden ser autorizados excepcionalmente los jóvenes comprendidos en estas edades que necesitan incorporarse al trabajo.
Por ello consideró viable lo que plantea ahora el Proyecto, ya que se atempera a los nuevos tiempos y a las necesidades actuales.
“Fui secretaria del Consejo de Atención a Menores en el municipio de La Lisa y en ese entonces cuando nos llegaba el caso de un muchacho que no quería estar en la escuela, con dictamen médico que expresa su incapacidad para el estudio o desvinculado por bajo rendimiento académico, pero que deseaba trabajar, no podíamos aceptar tal situación, ya que no lo contemplaba la Carta Magna aprobada en 1976. Entonces en el 2014, cuando se puso en vigor el nuevo Código de Trabajo, me alegré de que este aspecto se incluyera.
“Considero que la nueva Reforma Constitucional significa un avance, aquí ha sido posible materializar los encargos dados en el VI y VII Congreso del Partido en cuanto a la formación de las nuevas generaciones”.
La historia patria, cimiento de la Constitución
Al particularizar sobre la enseñanza de la Historia y la responsabilidad del MINED en este sentido (Título V: Principios de la Política Educacional, Científica y Cultural, Artículo 95, inciso c) subrayó que “no se puede defender ni querer lo que no se conoce”.
Resaltó lo que se ha venido haciendo en relación con el fomento y la promoción de la historia de la nación y su importancia en la formación de valores éticos, morales, cívicos y patrióticos de los niños, adolescentes y jóvenes.
Para ello —aseveró— se ha tenido en cuenta el tratamiento de la asignatura de Historia de Cuba de una manera diferente. Ahora la escuela se abre a la comunidad y viceversa, y se trabaja de conjunto con los historiadores, la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, la Sociedad Cultural José Martí, y personalidades que residen en el propio entorno de las instituciones.
En este sentido, contamos con materiales didácticos elaborados por la Empresa de Informática y Medios Audiovisuales —destaca la colección de visitas virtuales a más de 15 museos— dedicados a promover una enseñanza de la Historia más interactiva y amena.
“Es la historia viva, contada por sus propios protagonistas, para que el muchacho no solo vea al héroe, sino al hombre de carne y hueso, que luchó, pasó penurias, renunció a estar con la familia e, incluso, a estudiar, por entregarlo todo a la patria.
“Es esencial llegar a la sensibilidad, tocar los sentimientos, porque en realidad eso coadyuva a que los educandos se interesen y motiven por los estudios, y una vez que profundicen en los conocimientos los puedan asumir”.
La preparación política recibida durante estos años como educadora, y la experiencia práctica en las responsabilidades asumidas le permiten expresar: “Tengo absoluta confianza en este Proyecto que, sin lugar a dudas, diseña un mejor futuro para la patria”.