El ahorro constituye una fuente de riquezas. Aunque depende del tipo de recurso que se desee economizar. Lo cierto es que han dejado de acometerse acciones en algunas entidades para “ahorrar” o por “falta de presupuesto”, expresión esta última encubridora a veces de insuficiencias, falta de gestión y otras anomalías no financieras.
Uno de los ausentes en determinadas ocasiones, pero siempre presente en la caja fuerte de cada centro laboral, es el dinero en efectivo para la dieta destinada a la alimentación, el pasaje y el alojamiento que se planifica con el objetivo de ayudar a quienes viajan en funciones de trabajo.
Sin embargo, a la hora de pagar tal estipendio falta la compañera cajera, la persona con firma autorizada u otro ausente injustificado. Entonces, en la asamblea con los trabajadores se informa con cierto beneplácito: “Hemos ahorrado tantos pesos por concepto de…”.
Otro pretexto casi tradicional: “Aquí no puede construirse un sistema de alcantarillado porque depende de un capital millonario”.
Si no se planifica y ejecuta un tramo cada determinado tiempo, los residuos líquidos nunca tendrán un adecuado desagüe. ¿Cuándo el derrame de aguas negras en las calles dejará de convertirse en un planteamiento histórico en las asambleas del delegado de las circunscripciones con sus electores?
Así no solo la vida está en peligro. Por ejemplo, al cierre del 2017 se comportó al 47 % y al 30 en el primer trimestre del 2018, la ejecución del presupuesto para medios de protección personal en la provincia de Ciego de Ávila.
En gran medida, tal problema obedece a la ineficiencia administrativa en la contratación y conciliación de esos recursos con los proveedores, acompañado de un nivel de tolerancia que repercute en la pasividad de los inspectores sindicales, en la falta de oportunos análisis en las asambleas de afiliados y en las reuniones de los Consejos de dirección de las empresas.
Por otro lado, desconocen el presupuesto planificado para medios de protección algunos colectivos laborales pertenecientes a empresas de subordinación nacional, y carecen de esos recursos obreros de entidades locales, como pintores e impermeabilizadores de techos, expuestos a riesgos de lesiones graves o accidentes fatales.
Amén de la mala calidad de la ropa y el calzado de trabajo a mayor precio en la actualidad; la carencia de aparatos contra ruido, de guantes y petos para soldar. Hay trabajadores que no usan los medios y obreros resuelven problemas personales con el estipendio asignado para el almuerzo, entre otras irregularidades proclives a contraer enfermedades profesionales.
A similares peligros se exponen día a día asociados a la Unidad Básica de Producción de Cooperativa Delia, del municipio de Primero de Enero, al noreste de la provincia de Ciego de Ávila.
A quien no le falta la capa, carece de guantes y máscara protectora de productos químicos para fumigar las cañas, ni dispone de botas de goma para protegerse de la humedad. Allí todos demandan más alimentos, pues las viandas no abundan en el área de autoabastecimiento de esa base productiva.
Por lo tanto, vale recordar que el Presupuesto del Estado es un balance de ingresos y gastos a nivel de país que aprueba anualmente la Asamblea Nacional del Poder Popular, para el que se tienen en cuenta las condiciones de la economía, las capacidades de ingresos y la racionalidad de los gastos.
En ese sentido, resulta esencial planificarlo, ejecutarlo y controlarlo al detalle, pero no exagerar ahorrándolo en detrimento del bienestar material, espiritual y cultural. Mucho menos escatimarlo en beneficio de la salud.
Y sin temor a equívocos, los empleadores y empleados en Ciego de Ávila no son los únicos que deben mirarse por dentro en materia de seguridad y salud del trabajo.
El mayor empeño debiera centrarse en atender más y mejor a los ocupados en la economía, con el fin de elevar la calidad de vida principalmente en aquellos lugares donde la clase obrera trabaja duro y merece que aires renovadores ventilen un clima laboral sano y seguro no solo en esta temporada de verano.
Acerca del autor
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.