Una nueva escultura, fruto del talento creador del santiaguero Alberto Lescay Merencio, ha sido emplazada en suelo santiaguero, pródigo en obras que marcan la iconografía de la ciudad.
Ubicada en el área patrimonial central del cementerio de Santa Ifigenia, la pieza se develó este 10 de octubre, coincidiendo con el 149 aniversario del inicio de la Guerra de Independencia y con el acto político y ceremonia militar de inhumación de los restos de Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales.
El monumento nació del interés de Lescay por esta recia mujer. “Siempre he tratado de estar muy cerca de ella”, dijo a Trabajadores, “como escultor he tratado de entrar en su esencia para devolverla en imagen.
“Lo primero que hice fue intentar un retrato escultórico, creo que interpreté bastante su espíritu y su físico, me parece que ha gustado, y fue seleccionado cuando se quiso poner su imagen al lado de su tumba cuando ella cumplió 200 años, esa pieza, que descansa sobre un tronco de guayacán negro, fue trasladada al patio de la casa natal de Antonio Maceo.
“Ahora tuve el especial honor de que me pidieran trabajar para este proyecto “
Para la concepción general de la idea el artista, creador, entre otras obras, del conjunto escultórico de la plaza de la Revolución Antonio Maceo, formó equipo con los arquitectos José Antonio Limonta y Omar López, y lo hizo “partiendo de las premisas establecidas por el propio especio, hermoso en lo físico y los simbólico, y ahí está la obra.”.
Según confiesa, ahora alberga la natural inquietud de saber cómo será asumida la escultura, de 4.60 metros y fundida en bronce proveniente de casquillos de cañones de artillería de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
“Al meditar varios minutos antes de cerrar la escultura hice un recuerdo, pensé en nuestros ancestros, nuestros abuelos y bisabuelos, en tantas personas que murieron por el futuro que hoy disfrutamos y que nos toca seguir.
“No todo está hecho, tenemos que continuar, pero no fue en vano el sacrificio, el esfuerzo, ese pasado legendario que simboliza Mariana. Ojalá el arte escultórico apoye este sentimiento, esta idea”.
La escultura se ubica encima de un redondel con tierra traída especialmente desde la finca Majaguabo, en el municipio santiaguero de San Luis, sitio que por largo tiempo sirvió de residencia a los Maceo-Grajales, y la circunda un sendero de piedras de la localidad de Palmarito de Cauto, lugar de andanza de los Maceo-Grajales.
“Fuimos a la finca Majaguabo a buscar la tierra, y estado allí meditaba, pensaba que ese sitio es como el Birán de la familia Maceo-Grajales, allí se educaron esos niños que luego se convirtieron en los hombres que hoy conocemos”.
Lescay Merencio destacó la trascendencia de ubicar muy cercanas las tumbas de Céspedes y Mariana, Padre y Madre de la Patria, un hombre y una mujer que a pesar de las diferencias en cuanto a origen y nivel de instrucción coincidieron en idea y acción en torno a una conclusión monumental: “lo más importante de todo es la independencia”.
El también creado del Monumento al cimarrón explicó que lo logrado en ese espacio del camposanto santiaguero armoniza por la vía del contraste y deviene simbiosis sinérgica con Martí, los mártires y héroes del Moncada y de la mambisada, los internacionalistas y Fidel, “que es el hombre que vino a concluir esta historia hasta este punto”.
Acerca del autor
Periodista cubana. Máster en Ciencias de la Comunicación. Profesora Auxiliar de la Universidad de Oriente. Guionista de radio y televisión.
Sin duda, una obra digna, preciosa, del artista Alberto Lescay y su equipo, digna de Mariana madre, raiz, esencia, patria, simbolo de rebeldía e independencia revolucionarias. Gracias Lescay por hacer posible que este 10 de octubre, por fin, juntos estén Cespedes y Mariana, padre y madre fundacionales de nuestra nacionalidad, muy cercanos a Martí y al invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Nos toca a los revolucionarios de hoy y de mañana, perpetuar el legado de la inmensa obra y pensamiento de estos próceres, paradigmas de una era sin precedentes en la historia patria.