El referéndum separatista promovido por el presidente de la comarca semiautónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, que obtuvo más del 92 % de los votos de la población, ha agravado la candente tensión en esa región del Asia Menor, territorio repartido entre Turquía, Irak, Irán y Siria e históricamente reclamado por la etnia kurda que lo habita.
El plebiscito, declarado inconstitucional y unilateral por el Gobierno iraquí por asegurar que pondrá en peligro la integridad territorial del país, ha sido, salvo por Israel, rechazado además por Turquía, Irán, Siria y la comunidad internacional, que consideran solo servirá para aumentar la inestabilidad en la región del Oriente Medio.
Raudo y veloz, el primer ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, fue de los primeros en expresar su manifiesto apoyo al referendo escisiónista y a la desintegración del territorio de Irak.
Según diversos analistas políticos, desde la década de 1960 Tel Aviv ha mantenido relaciones militares, de inteligencia y económicas con los kurdos, considerándolos como una zona de reducción de amenazas y protectora de los territorios árabes ocupados.
A su vez, establecen que los kurdos han aprovechado la crisis en Irak, para expandir su territorio norteño a la provincia de Kirkuk, poseedora de vastas reservas de petróleo
Las autoridades de Bagdad no reconocen los resultados del escrutinio y han afirmado que un eventual dialogo con Barzani requiere como condición previa la anulación del plebiscito separatista, a la par que han advertido que intervendrán militarmente sí este desencadena la violencia. .
Por su parte, Turquía apoya a Bagdad en el rechazo enérgico de la legitimidad del escrutinio kurdo y ha prometido respuestas adecuadas a cualquier acto desestabilizador en la región del Oriente Medio, y ha declarado estar lista para salir en defensa de la integridad territorial de Bagdad, si su Gobierno se lo pide.
El líder del Partido Acción Nacionalista de Turquía (MPH) por sus siglas en turco, Devlet Bahceli, afirmó en un comunicado que al menos 5 mil voluntarios turcos están listos y preparados para unirse a la lucha por la existencia, la unidad y la paz de las ciudades iraquíes y defender a la población minoritaria turcomana residente en el país árabe, y en particular la ciudad de Kirkuk.
El Parlamento de la República Islamica de Irán, condenó por unanimidad el referéndum en el Kurdistán iraquí como una trama imperialista urdida por Estados Unidos e Israel, capaz de socavar la unidad e integridad del territorio de Irak y generar más caos y tensiones en ese país árabe y en toda la región.
A petición de Bagdad, Teherán Irán ha cerrado su espacio aéreo a todos los vuelos hacia y desde la región kurda, en apoyo a la soberanía nacional iraquí.
Medios de prensa alternativos y redes sociales propagan que el desmembramiento de Irak para crear la región del Kurdistán independiente, fue propuesto por Washington desde hace mas de 10 años, cuando el entonces presidente George W. Bush rediseño la estrategia para el denominado Plan para el Medio Oriente Ampliado, encaminado al control político y económico de los vastos recursos energéticos de los países árabes.
Mantener una punta de lanza contra Siria e Irán y ganar mayor influencia y presencia militar en la estratégica zona, son también objetivos de esta confabulación norteamericano-israelí, que ha conducido a una espiral de confrontaciones, que pueden derivar en conflictos aun más candentes y extendidos, que no se dirimirán, precisamente, en la mesa de negociaciones.