La Central de Trabajadores de Cuba y sus sindicatos respaldan la Declaración del Gobierno Revolucionario cubano, ante las agresivas palabras del presidente de los Estados Unidos Donald Trump, referidas a las relaciones entre ese país y Cuba, ratifican la convicción de mantenerse firmes en defensa de esta Revolución genuina, construida con y para los trabajadores, bajo el liderazgo de Fidel y Raúl.
Haber escogido para abordar las relaciones con Cuba un escenario vinculado a la invasión por Playa Girón y tratar a los mercenarios como héroes constituye una ofensa para todos aquellos que salidos de las filas más humildes de nuestra nación, muchos de ellos trabajadores, defendieron su patria socialista hasta hacerles morder el polvo de la derrota.
Como expresa el texto emitido por el Gobierno cubano las palabras de Trump constituyen un retroceso en las relaciones entre los dos países, por la amenaza de aplicar rigurosamente las leyes del bloqueo, condicionando su levantamiento, así como cualquier mejoría en las relaciones bilaterales, a que nuestro país realice cambios inherentes a su ordenamiento constitucional.
Pero esa vuelta atrás no nos intimida. Desde nuestra trinchera en la producción y los servicios, los trabajadores cubanos, con su inteligencia, ingenio y creatividad continuaremos derribando las barreras impuestas por el bloqueo, como ha sucedido durante casi 60 años en que no han podido doblegarnos con ese cerco criminal.
Como siempre seguiremos encontrando salidas a las limitaciones, nos mantendremos fieles al Partido Comunista de Cuba, guía de la obra que construimos, que se fortalece con la actualización del modelo económico cubano que tiene en los trabajadores sus protagonistas fundamentales.
En estas circunstancias nos corresponde potenciar al máximo las reservas productivas y el uso racional de todos los recursos materiales y financieros, lo que incluye disciplina laboral y tecnológica.
Hacemos nuestro el rechazo expresado en la Declaración del Gobierno Revolucionario a la manipulación con fines políticos y el doble rasero en el tratamiento del tema de los derechos humanos. Nos indignamos al escuchar a Trump hablar de derechos humanos para los cubanos, cuando a partir del triunfo de enero de 1959 la Revolución garantizó el derecho al trabajo y a igual remuneración de mujeres y hombres, a la seguridad social, a la salud y la educación universales y gratuitas, a una vida digna y a la tranquilidad ciudadana. ¿Acaso Trump pretende impedir, con la restricción de las visitas de sus conciudadanos a Cuba, que ellos puedan comprobar el disfrute aquí de esos derechos que en su propio país son irrespetados?
Tenemos una historia de intransigencia revolucionaria, de resistencia y rebeldía, guiada por las enseñanzas de José Martí, quien conoció al monstruo porque vivió en sus entrañas y ante las pretensiones del gigante ratificó que su honda era la de David, esa que hemos esgrimido durante décadas y contra la cual han fracasado las aspiraciones de retornarnos al pasado neocolonial.
Nuestra rica tradición de lucha nos aporta motivaciones que inspiran a defender las conquistas alcanzadas y seguir adelante. Lo hemos demostrado con nuestra indeclinable posición de principios ante la agresividad de sucesivas administraciones estadounidenses.
Cada colectivo laboral será un bastión contra las pretensiones imperiales. Una vez más el Gobierno de los Estados Unidos se equivoca con Cuba y sus trabajadores, los que no renunciaremos a nuestra independencia ni a nuestra sólida unidad.Jamás sacrificaremos nuestro derecho a construir una nación soberana, independiente, socialista, democrática, próspera y sostenible.
Secretariado Nacional de la CTC