Vender como Caracol Varadero

Tantas veces Matanzas ha festejado en su territorio las actividades centrales por el 4 de marzo, Día del Trabajador de la Hotelería y el Turismo, que en esta ocasión su designación asombra menos, quizás porque la costumbre suele minimizar la sorpresa.

Sin embargo, lo que pudo pasar a las estadísticas como una sede más, se convirtió en noticia, pues el Sindicato Provincial de la Hotelería y el Turismo (SPHT) celebrará los festejos en el Centro Comercial Hicacos, en gesto contrario a la tradición de casi siempre tomar por predio una de sus destacadas instalaciones hoteleras.

Maritza Soto Pedroso, secretaria general del SPHT, confiesa que el comportamiento de las ventas y la manera en que gestionan los planes de ingresos en la reconocida cadena de tiendas, sumaron puntos a favor de reverenciar desde ese colectivo vanguardia nacional a la sucursal Caracol Varadero Este, la mejor del país por los resultados del 2016.

“La integralidad del funcionamiento orgánico y su influencia en los saldos económicos tuvo que pesar mucho para que nos congratularan así”, estimó Mabel García, quien está al frente del buró sindical del Complejo Comercial Hicacos, construido en lo que fuera el Parque de las ocho mil taquillas, en pleno centro del balneario yumurino. “Este éxito resume la respuesta de los trabajadores, convocados desde las asambleas de afiliados a que lo cualitativo acompañe cotidianamente nuestras prestaciones”.

Un ejemplo de ello es Damayanti Sosa, la dependienta que se convirtió en líder de la calidad en el área de perfumería, selectiva tienda donde extranjeros y nacionales se benefician con su complaciente actitud.

“Se trata de identificarte con el cliente, convencerlo y llevarlo a comprar. A diario lidiaba con quienes venían buscando un perfume específico y, al no encontrarlo, no se decidían por otro. Mi meta es que adquiera uno cuya fragancia olfativa sea similar. Si no se conoce, no se venderá bien. Por ello es fundamental el gusto por lo que se hace, dominar las características de los productos que se brindan”.

Raquel López Sánchez, directora de Hicacos, una de las cuatro divisiones que conforman la estructura de la sucursal Caracol Varadero Este, sostiene que no basta con tener mercancías para satisfacer los planes de ingresos por concepto de expendios.

“En una actividad altamente competitiva como esta cualquier gestión es poca para atraer compradores, es por eso que junto con los compañeros del grupo Palmares —con quienes compartimos espacio— solemos realizar ferias de fines de semana y eventos musicales.

“También nos insertamos en las fiestas populares y hasta participamos el año pasado en Expocuba, cuando Matanzas tuvo allí su semana. Alternativas así incrementan ingresos año por año”.

Pese a una mayor estabilidad en los suministros, Raquel lamenta la ausencia de algunos renglones de producción nacional. “Aunque dentro de las prioridades del Ministerio de la Industria Alimentaria y la Pesca está Varadero, mucha intermitencia hemos tenido con la cerveza Cristal, muy demandada también por dueños de paladares y otros cuentapropistas que se proveen aquí”.

“Precisamente la subcuenta de bebidas y refrescos —acota la comercial Ayleen Diago— es la de mayor demanda en el Centro Comercial Hicacos, preferencia en la que asimismo se ubican ofertas como los llamados tres reyes: café, ron y tabaco, o la gama de elaboraciones Skala, la distintiva marca propia de Caracol”.

Sometido a la percepción de visitantes extranjeros y nacionales, subir peldaños en la profesionalidad es un desafío para mayor satisfacción de los clientes, considera Raquel. “Nos toca seguir perfeccionando el acto de venta, elevar el dominio de idiomas, la imagen de los dependientes y el buen trato, entre otros aspectos por superar”.

El Centro Comercial Hicacos esperará el 4 de marzo con una inconformidad que no mengua su alegría: los planes crecen, los cumplimientos se sobrepasan y los ingresos parecen detenidos en la misma cantidad, tendencia manifiesta en toda la sucursal Caracol Varadero Este, que al término del 2016 solo promedió 474 pesos con 19 centavos de salario mensual.

Pagar en correspondencia con los aportes individuales y colectivos supondrá un óptimo aliciente para que Caracol en Matanzas llegue más lejos en sus propósitos de seguir siendo referencia cubana en el buen hacer, en la quebradiza área de la prestación de servicios.