Defender la obra de la Revolución en los barrios, multiplicar las voluntades y respetar las diferencias, a esto y más exhortó Ana María Mari Machado, vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), al intervenir en el Primer Taller Nacional de Trabajo Comunitario Integrado que se inauguró hoy en esta capital.
La diputada refirió las bondades de esta labor, la cual no necesita de dinero pero sí de amor, pasión y entrega. Aseguró que muchas situaciones pueden resolverse con la participación de los vecinos, liderados por el delegado de circunscripción y los representantes de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) y de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), entre otros factores.
Al margen de que faltan muchas cosas y existen problemas acumulados por disímiles causas, la también diputada aseveró que lo más importante es preservar la obra y las conquistas de la Revolución, y que ese fue el legado del Comandante en Jefe Fidel Castro.
En tal sentido dio gran importancia a los delegados del Poder Popular —“base del sistema político-cubano”— para quienes solicitó más ayuda y comprensión y resaltó que no pueden considerarse como los solucionadores de los problemas materiales.
En el evento —el cual se extenderá hasta este viernes en el Centro de Convenciones de Cojímar— se expusieron varias experiencias de trabajo comunitario, las cuales reflejaron que la participación popular es indispensable para resolver dificultades de cualquier índole que se presenten en los barrios.
Así, representantes de las provincias del occidente del país (Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, La Habana y el Municipio Especial Isla de la Juventud) relataron algunas de las acciones que se llevan a cabo en zonas rurales, semirurales y montañosas y que —sobre la base de diagnósticos— han incidido en el embellecimiento de los territorios y el incremento de las opciones recreativas, así como en situaciones relacionadas con el alcoholismo y las indisciplinas sociales.
Interesantes y muy comentadas fueron las intervenciones de Omaira Scott Alfaro, de la comunidad Carambola, en Artemisa, con un trabajo titulado Mi montaña y yo, rescate de tradiciones. Asimismo, la de Raúl Sarduy, delegado de una circunscripción en San José de Las Lajas, provincia de Mayabeque, donde se ha revolucionado la zona con la colaboración de la comunidad en pleno.
La secretaria de la ANPP, Miriam Brito Sarroca resaltó en más de una ocasión la importancia del trabajo comunitario y dijo que es necesario concebirlo como un método de trabajo (no una tarea) dentro del sistema del Poder Popular.
Aseguró que este no busca el protagonismo en el barrio, al contrario, sino la integración con los demás factores comunitarios y, sobre todo, con los electores.
En el taller participaron delegados de base, presidentes de consejos populares, funcionarios de las asambleas municipales y provinciales y gestores comunitarios, entre otros.
Presente también en esta primera jornada la miembro del Buró Político Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas.
Este viernes los delegados continuarán los debates y en horas del mediodía se realizarán las conclusiones del evento.