Por Ariel Pazos Ortiz
Siguiendo las consideraciones de Armando Hart Dávalos, el legado martiano se orientó hacia los intereses más esenciales de la humanidad y constituye “obligado punto de referencia para enfrentar los acuciantes problemas globales de la civilización actual, por parte de todos aquellos preocupados hoy por su incierto futuro”.
De acuerdo con el destacado intelectual cubano, el pensamiento de Martí adquiere renovada vigencia porque representa la cúspide de un legado cultural, político, social y filosófico orientado hacia los intereses de “los pobres de la Tierra”.
Asimismo, el ideario martiano constituye –en opinión de Hart-, con su acento utópico, una alternativa al materialismo vulgar y ramplón que predomina en una civilización que se fundamenta de manera unilateral en los avances tecnológicos y científicos.
Hart resalta la universalidad del Apóstol, mas no ignora su relevancia en la cultura hispánica, lo cual se evidencia cuando afirma que Martí recogió en gran parte de sus sentimientos e ideas, lo mejor de la cultura de origen hispánico, lo reelaboró, le dio carácter americano y amplió su universalidad.
Según Hart, en cuanto a Cuba, la continuidad del proyecto socialista enarbolado por la Revolución requiere de un diálogo de generaciones, pero un diálogo basado en los valores de la espiritualidad y el accionar del hombre que cayó en Dos Ríos.
En ese sentido, Hart ha señalado “la necesidad de articular, con la pericia y sensibilidad de orfebres, la cultura y la política concebida por Martí como un arte”, pues para él, el estudio de nuestra historia y de los factores diversos que condujeron al alumbramiento de la nación cubana constituye un elemento esencial para su supervivencia, y en esa dimensión aparece la vida y obra del Apóstol.
“Se trata de experiencias que debemos promover a escala de toda la sociedad con vistas a mantener vivas y actuantes las ideas de Martí entre las presentes generaciones y de preservar su legado para las que nos sucederán y darán continuidad a la obra de la Revolución”, explica Armando Hart.