La doctora Nersa Vega Rivas desanda los pasillos del escenario Pepito Tey, de la Universidad de Las Tunas, seguida de mujeres, unas embarazadas, otras con parvulitos cargados a la usanza de nuestras abuelas.
Y no anda en cuestiones vinculadas con su superación profesional, “estamos haciendo una revisión en todos los centros de evacuación para identificar los riesgos de los albergados y garantizarles los medicamentos imprescindibles”, refiere la doctora.
Hace un alto en su apurado ritmo y aclara, “el tiempo apremia” y la entiendo, Las Tunas está en la fase de Alarma ciclónica por el casi inminente paso del huracán Mathew por la región oriental del país, y todavía hay que ultimar detalles para reducir vulnerabilidades.
Y en esos trajines están Narsa, subdirectora de Asistencia Médica en la Dirección Provincial de Salud; funcionarios de este sector, y miembros de consejos de dirección dispersos en los 235 centros de evacuación habilitados con el propósito de mitigar los daños del impacto de este poderoso meteoro.
“Aquí, además, buscamos a las embarazadas y a las madres de lactantes, quienes junto a los familiares que les acompañan son reubicadas en la Universidad de Ciencias Médicas, donde hemos creados condiciones específicas para atender a este segmento poblacional”, argumenta.
“De igual forma, en estrecha coordinación con la Cruz Rojas, clasificamos a pacientes requeridos de tratamientos especiales como son los casos de postrados y otros enfermos que requieren tratamientos diferenciados”, resume la doctora Nersa y enfatiza en la disponibilidad de los recursos necesarios en hospitales, policlínicos y en otros sitios con el objetivos de acercar esos servicios a la población.