No por reiterado sobran los elogios para Matanzas, justo cuando la serie nacional llega a su justa mitad este lunes. Y más allá del récord de victorias (20) para una primera etapa con esta estructura de 45 juegos iniciales, lo más sólido de los yumurinos está en saber producir carreras por cualquier variante.
Solo un desastre, no previsible, pudiera sacar a los “cocodrilos” de la segunda etapa, a la cual pasarán los cuatros primeros de manera directa y otros dos conjuntos tras un repechage entre 5-8 y 6-7. Los resultados se arrastrarán a esa fase y eso bien lo sabe Víctor Mesa, quien por sexto año consecutivo buscará, junto a su colectivo de dirección, un galardón que no festeja esa provincia desde 1991, cuando Henequeneros se proclamó doble monarca.
¿Qué tiene Matanzas para lograr estos resultados? ¿Podrá levantar la corona en enero del 2017? ¿Es fruto de la inspiración de su mentor y el talento natural de los jugadores? ¿Por qué todos los peloteros, sean o no de esa provincia, juegan tan estimulados?
La actual nómina tiene una nota distintiva: todos sus regulares batean por encima de los 300, excepto el torpedero Roberto Acea (290); mientras sus lanzadores además de exhibir el segundo promedio de carreras limpias del torneo (2,83) tienen el mejor promedio de ponches por juegos de nueve entradas (5,95). Solo su defensa está por debajo de sus posibilidades reales, de ahí que 24 errores parezcan demasiados.
Casi todos los triunfos matanceros llevan la marca directa de una correcta estrategia de juego de su director, quien tiene más aciertos que fracasos a la hora de sacar un lanzador del box, colocar un emergente o simplemente, enviar a robar o tocar una bola. Quizás lo más criticado por muchos sea la cantidad de jugadores importados para vestir el uniforme rojo-amarillo, pero lo cierto es que la afición los recibe como suyos y ellos rinden más que en los equipos de donde provienen.
Nadie puede asegurar que este excelente paso (este domingo archivaron su oncena victoria en línea) sea proporcional a lucir campeones por adelantado. Los play off siguen siendo una deuda pendiente para los matanceros y en especial para Víctor. Es previsible también una caída o racha adversa en algún momento del campeonato, aunque eso no comprometerá su virtual clasificación a la segunda fase. Y me atrevería a vaticinar que ni a la semifinal.
Las mordidas de los cocodrilos descansan este año en su ofensiva y pitcheo; y lejos de cualquier criterio reservado sobre el lugar final, el aplauso desde ya es merecido y los matanceros deben repletar con orgullo cada día su estadio Victoria de Girón para disfrutar del mejor béisbol de Cuba hoy.
Medidas y medidas…
Otra vez el análisis sobre un hecho lamentable de violencia en un terreno de béisbol ocupó buena parte de la semana. El receptor tunero Yosvani Alarcón, sea cual sea la causa y la sangre caliente, nunca debió agredir al lanzador matancero Alexander Rodríguez.
Sin embargo, el fenómeno es tan complejo que ninguna medida de separación de tiempo lo resolverá. Ejemplos sobran en los últimos años, de ahí que parece incomprensible haber aplicado una sanción idéntica a la de casos mucho más peligrosos y de más connotación.
Jamás apoyaré la impunidad ante estos actos, de los cuales hay que sacar experiencias futuras e internas, dirigidas a desalentar desde antes del inicio de cada juego la bravura o guapería barata por una pelota pegada a cualquier bateador, lo cual ha sido común en todas las épocas y ligas de béisbol del mundo.
Quizás aumentando la cuota monetaria de la expulsión a diez o doce veces su valor actual (200) y retirándolo de una fase del campeonato puedan incluirse en un reglamento futuro, a partir de la gravedad de los hechos, pues no es lo mismo agresión verbal que física, o broncas con bate o sin ellos.
Seis meses fuera del béisbol y una multa superior a la establecida hubiera sido suficiente para un pelotero como Alarcón, a quien de esa manera también le enseñaríamos que nadie es imprescindible. Tal y como hemos escrito en otras ocasiones, la indisciplina es huérfana cuando se juzga y no cuando se previene.
Segunda derrota en el mundial (F)
Muy diferente a su primera presentación, nuestra selección femenina de béisbol cayó este domingo ante las anfitrionas sudcoreanas (3-4), con lo cual quedaron atrás sus aspiraciones de avanzar a la siguiente ronda del mundial que se celebra en Gijang.
Las antillanas ganaban 3-1 hasta la parte baja del sexto capítulo cuando una rebelión local facturó tres anotaciones y cambió la decoración del partido. La más destacada por Cuba fue la jardinera Nilsa Rodríguez (3-3). Este lunes cierran el calendario regular con el enfrentamiento frente a las debutantes paquistaníes, que tampoco han conseguido éxitos en la lid.
Resultados del domingo: IND-SSP 9-2; MAY-IJV 6-5; MTZ-GRA 3-1; HOL-CFG 2-0; CMG-VCL 2-1; CAV-LTU 8-0; PRI-SCU 2-0; GTM-ART 6-2
Acerca del autor
Máster en Ciencias de la Comunicación. Director del Periódico Trabajadores desde el 1 de julio del 2024. Editor-jefe de la Redacción Deportiva desde 2007. Ha participado en coberturas periodísticas de Juegos Centroamericanos y del Caribe, Juegos Panamericanos, Juegos Olímpicos, Copa Intercontinental de Béisbol, Clásico Mundial de Béisbol, Campeonatos Mundiales de Judo, entre otras. Profesor del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en La Habana, Cuba.