La imagen actual que muestra el Zoológico de La Habana― popularmente conocido como el de 26― contiene un aspecto, desde el punto de vista higiénico y organizativo, muy diferente al de aproximadamente dos años atrás.
Amén de que en ocasiones ha sido una instalación señalado por situaciones epidemiológicas desfavorables, hoy sus trabajadores se centran en evitar índices de infestación por el mosquito Aedes y ser punto de mira por algún “foco fuera de lugar”.
A propósito de algunos criterios por parte del MINSAP sobre el saneamiento del Zoológico, Trabajadores conversó con la dirección de logística, higiene y saneamiento ambiental de la propia institución, quienes especificaron que se concentran diariamente en cumplir con las medidas de sanidad para combatir la focalidad.
“El Zoológico se encuentra en un proceso inversionista consagrado a su higienización y saneamiento. Desde que comenzó el 2016 hemos dedicado las primeras horas a realizar inspecciones diarias en las 22 hectáreas con que cuenta la entidad, hemos creado una brigada de3 autoexamen con nuestros propios trabajadores, además asignamos el lunes como el día de la higienización, iniciativa del buró sindical”, comentó Juan García Duarte, director de Logística.
Entre tanto, las inspecciones de los médicos y trabajadores de la salud revelan que el recinto ha llevado a cabo una fuerte labor antivectorial y con calidad, pero deben reforzar en las acciones en áreas que se encuentran abandonada.
En ese sentido, el director de Logística comentó que en muchas ocasiones las basuras y materiales fecales que se localizan en estos lugares es debido a la indisciplina de la población que visita el Zoológico. “Sabemos que es tarea nuestra tener total vigilancia en el territorio, pero la calidad de la cautela depende también del comportamiento de los visitantes, los cuales me atrevería a decir que aún no concientizan las causas de sus malos actos”.
De visita al Zoo se pierde la educación ambiental
Aun cuando la población cubana conoce sobre la actual situación epidemiológica del país y del fuerte trabajo de saneamiento que se viene realizando desde principios de año, también se debe trabajar con más firmeza en campañas de conciencia pública para el arrojo de basura.
Ernesto Guevara Ibáñez, especialista en educación ambiental del centro, destacó que es tarea constante de ellos la educación a las personas sobre el cuidado y mantenimiento del hábitat para las especies.
“Todavía nuestras acciones no son suficientes; necesitamos más apoyo desde el punto de vista legislativo, para que el comportamiento en áreas como el Zoológico estan acordes con el equilibrio ecológico presente”.
Los trabajadores de jardinería e higiene de la institución concuerdan en que la concientización y necesidad de velar por el medio ambiente debe ser de todos los visitantes que a diario arriban al parque. “No sirve de nada que limpiemos desde horas bien tempranas en la mañana si luego vienen los niños y la mayoría de las veces los padres, arrojando latas de refrescos, nailon y cajitas que sirven como nido a los mosquitos”, destacó Ileana Benítez Fernández, única mujer jardinera del Zoológico.
Vuelve a estar como ente principal de todas las acciones la población cubana. La calidad de las acciones de higiene en lugares como este solo dependerá de la responsabilidad de quienes concienticen sobre el riesgo epidemiológico al cual nos enfrentamos.
Acerca del autor
Graduada de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en el año 2014. Desde entonces se dedica a escribir e investigar sobre temas sociales, envejecimiento y de dinámica de población. Además es una de las redactoras principales de la página de Salud, especializándose en temas relacionados con la salud, la ciencia y tecnología. Ha asistido a varios cursos de postgrado, en el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas y en el Instituto Internacional de Periodismo; relacionados con el estudio de la sociedad cubana .