El jueves último se nos fue la colega Ada Oramas Esquerro, lamentable pérdida no solo para la prensa cubana, sino también para la cultura nacional, sector que atendió durante varias décadas con extraordinaria entrega profesional y dentro del que ganó afecto y respeto. Varias veces seleccionada vanguardia nacional del Sindicato de la Cultura, dejó su impronta revolucionaria en el periodismo y la crítica artística, a pesar de sus recurrentes padecimientos físicos —sobre todo de diabetes, causa principal de su muerte—.
Adita, como cariñosamente le llamábamos, se inició en esta profesión en el año 1957 en el periódico Avance, y tras el triunfo de la Revolución colaboró en los rotativos Combate, Diario Nacional, La Calle, así como en las revistas Mujeres y Romances.
Al fallecer laboraba en Tribuna de La Habana, órgano en el que se desempeñó durante 35 años. Entre los numerosos reconocimientos que ostentaba se encuentra el Premio Provincial de Periodismo por la Obra de la Vida.
Era miembro de la sección de crítica de la Asociación de Artistas Escénicos de la Uneac. Llegue hasta sus familiares, amigos y compañeros, el hondo pesar del colectivo de Trabajadores.