Cargando...
La VII evaluación del Programa de producción local y venta de materiales de la construcción dejó un buen sabor en la Dirección del Ministerio de la Construcción (MICONS), encargada de guiar metodológicamente este importante proyecto iniciado en el 2011.
Sin crear falsas expectativas Aida Cabrera Mateo, su especialista principal, valoró en conferencia de prensa los resultados integrales de esta revisión como ascendentes en relación con el período anterior, “aunque no estamos satisfechos”, afirmó.
“Ya en varias provincias se experimentan progresos sustanciales, agregó, lo que permite asegurar que el Programa es el sustento principal de la construcción de viviendas por esfuerzo propio donde se incluyen los subsidios, es fuente de abastecimiento para las inversiones, reparaciones y mantenimiento de instalaciones sociales”.
Además explicó que las inspecciones — desarrolladas desde el primero de septiembre hasta el 15 de octubre en todos los municipios del país (168)— sirvieron no solo para detectar las deficiencias, sino también para intercambiar con los productores, vendedores y los grupos de trabajo en los territorios y determinar nuevos indicadores a medir. Todo ello respondiendo al sistema de gestión empleado por esta dirección del MICONS: “Planificar, ejecutar, controlar y mejorar”.
Sin pausa
Para Alejandro Sánchez, especialista del Programa, no se pueden desligar los logros territoriales de los municipales. “Es palpable la mejoría en la gestión, teniendo en cuenta que las provincias que habían sido evaluadas de mal a inicios de año alcanzaron, esta vez, resultados regulares”.
Las provincias de Santiago de Cuba, Las Tunas, Ciego de Ávila, Villa Clara y Matanzas mantienen su calificación de bien desde la VI evaluación, lo que es muestra de un sistema de trabajo constante.
Otras como Pinar del Río, Artemisa, Sancti Spíritus y Holguín continúan en la posición de regular, pero mostraron un pequeño adelanto. Por su parte, Guantánamo, Camagüey, Cienfuegos y La Habana dieron un salto positivo desde mal hasta regular.
En cambio, el municipio especial Isla de la Juventud sigue evaluado negativamente, declaró el especialista. “Está en una etapa muy primaria en la gestión y aunque se ven ligeras mejorías deben imprimirle más fuerza porque en comparación con el resto se van quedando detrás”.
De modo general quedan todavía 17 municipios rezagados con calificación de mal por mostrar insuficiencias en la tarea, lo que denota problemas en el funcionamiento de los grupos de trabajo territoriales, opinó Juan Antonio Rosa Peña, asesor del Programa.
Juan Antonio además hizo énfasis en el rol que debe desempeñar cada uno de sus miembros en el chequeo, control y exigencia, fundamentalmente los presidentes de los consejos de la administración, máximos responsables de la implementación de la política en la base.
Durante los recorridos se detectaron problemas con la comercialización, insuficiencias en el fomento de bases productivas estatales para garantizar el predominio de la empresa estatal socialista de los consejos de la administración provincial (CAP) y el desabastecimiento del mercado nacional de herramientas y medios de protección individual imprescindibles en estas producciones artesanales.
Por su parte, Sánchez expresó que “la velocidad y la eficacia con la que se monte el sistema de producción local se traducen luego en una mayor producción de los recursos que necesita la población para revitalizar sus viviendas”.
El informe de los resultados de la VII evaluación, entre otros logros, reconoce discretas mejoras en el estudio, inventario y utilización de las materias primas naturales locales, desechos, recorterías y otros recursos con propiedades para producir materiales de construcción. Incrementos de los volúmenes y surtidos de producción de cada municipio según las materias primas disponibles y una evolución favorable de las capacidades y la producción de los elementos básicos para la estructura de las edificaciones.
