Casi 200 espirituanos han recibido implantes de células madre para tratar padecimientos ortopédicos. Esta terapia llegó a la provincia en el 2012 y el 85 por ciento de los beneficiados se han incorporado a su rutina habitual.
“Este método se emplea en personas que presenten lesiones degenerativas de la rodilla; específicamente la osteoartritis moderada. Dolor e incapacidad funcional son síntomas asociados a la mencionada enfermedad. Para someterse al proceso, los pacientes pasan por un equipo multidisciplinario que valora si están aptos.
“Quienes hayan tenido un tumor o sufran de fibromialgia, lumbociática, osteoartritis generalizada y reumática, no podrán someterse al procedimiento”, especificó el doctor Dani Pérez Castillo, especialista de segundo grado en Ortopedia y Traumatología e iniciador de la terapia perteneciente a la Medicina Regenerativa.
El galeno dijo además, que la fisioterapia durante la etapa posimplante resulta vital para garantizar el éxito del tratamiento. Unos cc de sangre, extraídos del paciente y procesados en el laboratorio, se emplean en las infiltraciones. También se les administra el Leucocim, producto encargado de movilizar las células del organismo.
“Conseguimos aliviar el dolor, devolvemos la movilidad articular y aumenta la calidad de vida del aquejado; que casi siempre vuelve a su vida normal. Sin embargo, existen casos en que las molestias continúan pero no por inefectividad de la terapia sino por causas tales como: la presencia de otros padecimientos que afectan también la rodilla o el no cumplimiento de la terapéutica tras el implante de células”.
Gracias a los pocos riesgos de este método y su eficacia ya incursionan en el tratamiento de otras dolencias como las de los músculos tendinosos, la necrosis avascular de la cabeza del fémur e intentan usarla para contrarrestar la coxartrosis.