Los Cinco en África: Historias de amor y combate

Por Deisy Francis Mexidor / especial para Trabajadores

El cielo gris es igual al de aquel día, hace 26 años, cuando llegué a Angola, recordó Fernando González, Héroe de la República de Cuba, cuando comienza a dar marcha atrás a la memoria. Entonces era un joven de apenas 24 años, recién graduado en el Instituto de Relaciones Internacionales con Diploma de Oro, a quien, como a tantos otros de su generación, le tocaría formar parte de la gran epopeya internacionalista de Cuba en África.

Ahora volvió como el Héroe que es, título que también ostentan sus compañeros Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero y René González. Nunca me imaginé estar aquí, repite Fernando en medio del patio de la Escuela de Sargentos de Lubango, en la provincia de Huila (sur) “donde pasé varios meses de mi misión”.

Narra que “esto era antes el lugar donde radicaba la Agrupación de Tropas del Sur” y recorre con la mirada lo que otrora fue “la sección política, la entrada de los refugios y la de esas secciones que estaban bajo tierra para protegerlas de los bombardeos.

En toda esa área había albergues, el comedor de los oficiales…” Así va hilvanando el hilo de sus pensamientos, porque “es bonito recordar y ver que esto se convirtió en una escuela para la FAPLA, la continuidad de aquella historia de lucha se mantiene con la formación de sargentos y jefes de pequeños destacamentos”. Sin dudas, confiesa, Angola fue “una de las experiencias más importantes de mi vida”.

Lo mismo opina René, quien subraya que estuvo con 20 años en Angola y “me fui con 22 y ahora que me preguntas, tengo la sensación especial de aquel 1977 cuando desembarcamos en Cabinda y observé ante mí un continente tan inmenso”. Ahora regresamos en otras condiciones –añade-, vitoreados, aclamados, queridos por los sudafricanos, obviamente en el cariño por los Cinco reflejan ese cariño por Cuba.

Por su parte Ramón dijo estar viviendo las mismas emociones de sus compañeros. “Lo que siente uno lo sentimos los Cinco. Yo me pongo a pensar en 26 años atrás en este mismo escenario donde se libraron combates importantes”. Tony (Antonio) y yo no estuvimos en Angola, pero es como si hubiésemos participado –explica-. “En mi caso nos preparamos y a último momento no vine por otros deberes”.

Lo cierto, subraya Tony, es que “nos vamos muy enriquecidos de esta visita, donde vivimos instantes excepcionales”.

Según Gerardo, quien al igual que René combatió en Cabinda, pero en 1989, una de las cosas que se llevó en su corazón fue “la satisfacción de haber podido constatar el agradecimiento por la contribución de Cuba en la lucha contra el apartheid, por mantener la independencia de Angola y el logro de la de Namibia”.

Mientras repasa un manojo de fotos de su etapa Cabinda acota que los cubanos que participaron en las diferentes contiendas internacionalistas en África, así como los familiares que perdieron a uno de los suyos “deben sentirse muy orgullosos del agradecimiento que existe de nuestros hermanos africanos”.

Hay una historia de solidaridad con África que se mantiene. Ya no es necesario el envío de tropas. Ahora son los médicos, profesores, ingenieros, constructores lo que dan continuidad a esas misiones internacionalistas.

La tierra angolana colmó las emociones de este viaje. Fue la etapa final de una gira por la región austral del continente que llevó a los Cinco luchadores antiterroristas también a Sudáfrica y Namibia. Para unos era el reencuentro, para otros la primera vez, para los Cinco, como precisara Ramón, un viaje maravilloso.

“En África –concluyó René- nos han abrumado con su afecto, su calor humano, con sus bailes…Y me siento feliz de haber regresado a un continente donde también crecimos como revolucionarios hace muchos años”.