Miguel Díaz Canel, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, presidió la gala artística por el aniversario 500 de la fundación de San Juan de los Remedios, octava villa fundada por los españoles en Cuba.
Asistieron además Omar Ruiz Martín, miembro del secretariado del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Ulises Rosales del Toro, vicepresidente del Consejo de Ministros, Julián González, titular de Cultura, Ana Mary Machado, vicepresidenta de la Asamblea Nacional del Poder Popular y representantes de otros sectores, así como Julio Lima Corzo, primer secretario de la organización partidista en Villa Clara, Enel Rojas León su homólogo en el municipio de Remedios, Jorgelina Pestana y Alexey Rodríguez, máximas autoridades del gobierno en la provincia y el municipio, respectivamente.
Remedios es una ciudad colonial que sorprende, embruja y enamora. Es una novia de quinientos años, edad suficiente para atesorar historias en las paredes, calles, esquinas, edificaciones… Inmensa para que resurjan motivos que pueden ser contados, y pequeña para saber casi todo de ella.
No por esperado este momento dejó de estremecer la noche, sonaron campanas, la Banda Municipal de Concierto desde la glorieta de la Plaza Mayor Isabel II, como antaño y siempre, hizo estallar la música y se escucharon obras de músicos remedianos, partituras nacidas desde el imaginario cultural de este pueblo.
Suite Remediana fue el título dado a la ceremonia que contó con guión y dirección del compositor, actor, músico Miguel Ángel Galbán y con texto un hombre sabio, también actor y dramaturgo, Fidel Galbán, director del teatro Guiñol de esta ciudad.
En cada texto estaba Remedios con su historia mágica esa que está inundada de güijes, piratas, vírgenes, de aparecidos y enamorados; llena de tormentos y verdades, esa de palomares, iglesias, parques y estatuas, la de músicos, escritores y pintores extraordinarios. La que se convierte en furia un solo día en el año -24 de diciembre- cuando sus barrios se encuentran y hacen estallar con el sonido de su polca a ritmo de trompetas, cencerros y tambores, la Parranda.
La solista Bárbara Llanes con su voz traspasó la historia y evocó los momentos fundacionales de esta villa, con Beatriz Márquez, la Musicalísima, llegó el estremecedor Espontáneamente, de la autoría de su padre, el querido remediano René Márquez.
Teté Caturla, la hija del genio musical nacido en esta tierra honró al padre, en ella estuvo África, Aceituna sin hueso marcó la diferencia con la obra Raices… Estuvieron todas las esencias de lo cubano: San Juan de los Remedios se enorgulleció por exponer este día en su aniversario 500 todo aquello que hace a su pueblo único y sui géneris.
Para Alejandro García Caturla hubo un homenaje especial: Trovarroco por primera vez interpretó una obra del eminente compositor, Son en Fa. Zoryme Vega García, la nieta, se desdobló para demostrar que los genes del abuelo están vivos junto a la pianista Annia Castillo en la obra Berceuse Campesinas. El Coro y la Orquesta Sinfónica Provincial hicieron gala de su maestría al interpretar las inmortales piezas Danzas Lucumí, Tambor y Los Cafetales. También la obra Posludio del maestro y oboísta de esa agrupación Antonio Sánchez, hijo de la ciudad.
Al final Las Parrandas… Se llenó de colores la noche, se iluminó el cielo, volvieron a repicar campanas… Se gestaba la leyenda en una comarca que acaba de cumplir quinientos años, esa ciudad a la que se le canta, se le escribe, se le pinta… esa ciudad que es pasión , embrujo y magia.