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Por: Ariadna A. Pérez y Evelio Tellería
Los cumpleaños suelen ser momentos para mirarse por dentro, reflexionar sobre lo vivido y poner la vista hacia nuevos derroteros, con renovados bríos y estrategias bien definidas.
Tales premisas le sirven a Trabajadores para, además de festejar su aniversario 45, aquilatar el sentir de quienes son la razón de ser de este medio de prensa: los trabajadores y su movimiento sindical.
Informar, persuadir con argumentos, razonar, orientar e irradiar el accionar de los actores cotidianos en los centros laborales: ahí residen los elementos que, desde diversos matices, resultaron denominadores comunes en las entrevistas.
El joven profesor Yoel Tasé Fonseca confiesa apenado, que aunque quisiera no puede leer a menudo el periódico: solo llega un ejemplar a la biblioteca del Instituto Politécnico Fernando Aguado y Rico, donde ocupa el cargo de secretario general del buró sindical.
En sus clases y reuniones son herramientas recurrentes los materiales publicados sobre temas económicos. “El periódico está muy a tono con los cambios que se están produciendo en el país. Aunque pienso que debería abordar temas como el control interno, la formación de valores, la realización de la guardia obrera, los jóvenes trabajadores, actividades recreativas y culturales, muchas veces aparecen en el sitio web y no en la edición de papel”.
La inclusión de una sección de ofertas laborales es la petición de Marisleidys Reconde Collazo, tabaquera de la fábrica Partagás. Por su parte el jubilado Manuel Betancourt, agente de telecomunicaciones, solicita un mayor y variado tratamiento a los problemas relacionados con la tercera edad. “Sería oportuno abordar la afiliación de los trabajadores por cuenta propia y su representación por parte del sindicato”, agrega.
“¡Ese es mi periódico… y lo digo con orgullo; ahí encuentro todo lo relacionado con el mundo laboral y el acontecer nacional. Es una lectura que disfruto cada lunes cuando llega a mi centro”, asegura Margarita Chacón, empleada del teatro Lázaro Peña.
En cambio la farmacéutica Milagros Hernández no recuerda la última vez que lo tuvo en sus manos. En su unidad, la número 732 del municipio de Centro Habana, no lo recibe. Comprarlo en la calle es una odisea.
Esto último lo confirmó Miguel Mancera, trabajador no estatal. “Cada lunes soy testigo de las extensas colas para adquirirlo en el estanquillo y a veces, cuando me toca, ya se acabó”.
Otros elogiaron el uso de las imágenes e infografías para refrescar las páginas. Consideran que debe haber un balance entre texto y elementos gráficos para hacer más amena y rápida la lectura. Como aspecto negativo señalaron la aparición de contenidos idénticos en los tres periódicos de alcance nacional.
Un órgano de y para los trabajadores
Desde todo el país recibimos un gran cúmulo de opiniones de los cuadros y dirigentes de la CTC y sus sindicatos. En todas apreciamos el sentido de pertenencia y respeto hacia este, su medio de prensa.
Constituye un sentir unánime que el periódico refleje aún más los avances y deficiencias de los colectivos laborales, la atención al sector no estatal, el funcionamiento de los sindicatos, entre otros. Además la divulgación oportunamente de los resultados de la emulación, los asuntos relacionados con la legislación vigente y su implementación.
Sin caer en el hipercriticismo debe ser más enérgico con los violadores de los derechos de los trabajadores, de la ley, con las administraciones indolentes y del mismo modo con las chapucerías sindicales y sobre la Anir.
En otras palabras: el periódico debe ser cada vez más atractivo y que llegue a ser preferido por los lectores como su principal fuente de información sobre los temas laborales, pero sin olvidar que no es un boletín sindical, sino un órgano de prensa nacional y como tal tiene que reflejar otros aspectos de la vida del país.
De una forma u otra todos coinciden en que el desafío fundamental es que siga siendo imprescindible para los trabajadores y el movimiento sindical cubano.
