Por Claudia Zurita Delgado, estudiante de Periodismo
El artista neoyorkino Duke Riley vino a lograr lo que muchos cubanos pensaron imposible: montar una pista de patinaje sobre hielo en pleno Malecón habanero (Belascoaín y Malecón), con motivo de la 12̊ Bienal de La Habana.
La esquina fría es el nombre de este espacio confeccionado con láminas de un material con características similares a las del hielo, pero que no se derrite con el calor, y que, a juicio de su autor, permitirá disfrutar de partidos de jockey y hasta de una discoteca de patinaje.
“Riley defiende en su obra la existencia de espacios en apariencia ajenos a su entorno, en este caso una pista de «hielo» bajo el duro sol cubano, apenas separado del litoral habanero por una avenida”, según informó Prensa Latina.
El artista trajo consigo unos 200 pares de patines viejos de una antigua pista de Queens, Nueva York, de los que pueden disfrutar desde niños hasta adultos.
La idea nace a partir de la investigación realizada por el autor sobre las pistas de hielo en Cuba, donde descubrió la existencia de un equipo cubano de hockey llamado Los Tropicales. Además de la existencia de otro recinto de este tipo en el Palacio de los Deportes durante los años 50.
Duke Riley es un artista que se plantea grandes retos. Tiene entre sus más afamadas obras la réplica realizada en 2007 de un pequeño submarino de madera que permitió a los patriotas americanos hundir buques de la Armada británica. Mientras que en el 2009 construyó cuatro barcos con el fin de organizar una batalla naval de gladiadores de estilo romano que vinculara a la audiencia.
Entre sus próximos planes se encuentran varios proyectos con el Queen Museum, Brooklyn Museum y el Museo de Cleveland, entre otros.
Es verdad que parecía imposible pero ya vemos nada es imposible en esta vida, todo está en el interés que tengamos para lograrlas.