En el mundo actual los seres humanos tendemos a ir al desenfreno y a la exageración. Constantemente se sabe de las luchas contra los alimentos rociados con fertilizantes y plaguicidas, refrescos con aditivos químicos, y ni hablar del camino directo al sedentarismo.
Los cubanos no estamos exentos de esto, y al mismo tiempo vemos las técnicas para adelgazar como algo de otro planeta. Sin embargo, José Ignacio Frade tuvo noticias de la dieta macrobiótica a través de un programa de la televisión nacional. Atento a cuanto explicaron los especialistas interiorizó los conceptos y se vinculó a la consulta de referencia en el Instituto Carlos J. Finlay, de La Habana.
Este estilo nutricional separa las comidas en dos extremos, yin y yang; en el primero están aquellas cuya energía es caliente, tonificante y contractiva como los cereales, las carnes, las legumbres, la sal, los pescados y las viandas. Las segundas son las de energía fría, dispersante y debilitante como el azúcar, la miel, los lácteos, las frutas.
Los practicantes de dicha disciplina necesitan de los dos polos para lograr un equilibrio mental, físico y nutricional, además de considerar ingerir alimentos que no sea procesados, más naturales y tradicionales como los productos cultivados de forma orgánica.
El doctor Vladimir Ruiz, bioquímico y especialista en el tema, argumentó que la macrobiótica que empleamos en Cuba no necesariamente utiliza los ingredientes que muchos llaman indispensables, como son el té bancha, el azuki y el aceite de ajonjolí.
“Durante el I Congreso sobre el asunto, efectuado en Guinea Ecuatorial, la delegación cubana presentó cinco métodos denominados MA–PI, que se sustentan básicamente en cereales, hortalizas y leguminosas, los cuales aparte de ser seguros desde el punto de vista nutritivo son sencillos de preparar y viables para la economía doméstica.
“De acuerdo con dichos principios, derivados de la escuela de Mario Pianesi, pionero de la macrobiótica italiana, se utilizan como base el arroz integral, las hortalizas y fríjoles; las carnes blancas, los frutos secos, las algas marinas, algunos postres simples, el agua de manantiales y la sal marina”, expuso el doctor Ruiz.
¿La macrobiótica como solución?
“El primer consejo que los médicos te dan es que uses productos naturales en la alimentación, preferiblemente vegetales, y que no tomes agua fría. Uno de los especialistas italianos que promovió esta dieta en Cuba, que tuvo el diagnóstico de cáncer de colon a los 22 años, ha sobrevivido con ella y ya tiene más de 70”, comentó José Ignacio.
Como todo en la villa del señor, la macrobiótica genera una polémica casi constante acerca de sus efectos y aplicación. Algunos críticos plantean que este estilo de vida puede producir anemia, desnutrición, déficit de calcio y deshidratación, debido a la reducción del consumo de líquidos. “Estos argumentos no son certeros, pero cuidado: esta dieta tiene que ser necesariamente controlada por un médico”. Los especialistas cubanos insisten y apoyan sus beneficios, basados en investigaciones y ensayos clínicos desarrollados en el país, afirmó el doctor Ruiz.
“Cuba cuenta con un centro rector en la materia, el Instituto Carlos J. Finlay, donde se realizan desde hace varios años estudios en pacientes con diferentes enfermedades como asma, diabetes mellitus, obesidad, hipertensión, hepatopatía crónica, posthepatitis C, entre otras”, puntualizó el especialista. ¡Atención! La macrobiótica no prohíbe ningún tipo de alimentos; los expertos aconsejan cocinarlos y masticarlos correctamente; comer con moderación, hacerlo en horarios establecidos y priorizar su calidad antes que la cantidad a ingerir.
¿Milagrosa o verdaderamente efectiva?
A pesar de que los orígenes teóricos parten de las antiguas civilizaciones del Oriente, la macrobiótica llegó a nuestro país a finales de los años 90 del siglo pasado.
Un informe presentado por el Instituto Finlay al XVI Fórum de Ciencia y Técnica (2006) explica que su desarrollo exitoso comenzó en el año 2000 en ese propio centro a solicitud del Ministerio de Salud Pública y bajo la asesoría permanente de la Asociación Internacional Un Punto Macrobiótico, de Italia.
También destacaron los resultados clínicos positivos en cuanto a la disminución de la sintomatología referida antes de comenzar la dieta macrobiótica, el abandono total o parcial del consumo de medicamentos, el aumento de la autoestima y la mejora de la calidad de vida.
El estudio indicó una reducción de los padecimientos en el 80 % de quienes participaron en el ensayo (la mayoría niños), más de la mitad eliminó el consumo de fármacos y todos concluyeron la estadía hospitalaria.
Según el doctor Vladimir Ruiz, es importante que este tipo de nutrición cobre auge en el país, dado el impacto de las enfermedades crónicas no transmisibles en el estado de salud de la población cubana. “Con este régimen alimentario las enfermedades crónicas no desaparecen, se vuelven silenciosas y no preocupan”.
“Pasé un curso con los médicos italianos y cubanos para prepararme, aprender las cualidades de los alimentos y cómo elaborarlos y consumirlos. Comencé esa dieta desde hace cinco años, debido a la diabetes y la alergia (a los medicamentos) y realmente me va muy bien”, reveló José Ignacio Frade.
Explicó que en ocasiones es difícil conseguir los productos para ese tipo de comidas, y que además de los que se venden en el departamento comercial del propio instituto (las más especializadas entre ellos el arroz integral) siempre anda buscando verduras, aunque algunas hojas no sean agradables al paladar como las de la achicoria, que se consigue en los organopónicos.
El cuerpo humano es un reloj biológico y va funcionando en dependencia de sus necesidades y la forma en que lo abasteces. Tentadora resulta la idea entonces de variar y darle un giro vertiginoso a nuestros saberes culinarios.
Acerca del autor
Graduada de Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana en el año 2014. Desde entonces se dedica a escribir e investigar sobre temas sociales, envejecimiento y de dinámica de población. Además es una de las redactoras principales de la página de Salud, especializándose en temas relacionados con la salud, la ciencia y tecnología. Ha asistido a varios cursos de postgrado, en el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas y en el Instituto Internacional de Periodismo; relacionados con el estudio de la sociedad cubana .
para alcalinizar el organismo no es necesario someterse a una dieta tan desagradable como la macrobiotica, solo debemos tomar en ayunas jugo de limon con una cucharadita de bicarbonato y agua y resolvemos , ademas en el transcurso del dia cada vez que tomemos agua le agregamos jugo de limon y ya veran los resultados
En el instituto Finlay cuya directora es Concepcion Campa, esta el
proyecto de la macrobiotica donde su exjefa Carmen Porrata, subdirectora
del instituto de nutricion e higiene de los alimentos trato solo con
comida integral como arroz integral, millo, teverde ajonjoli tostado,
etc…a personas con ulceras y por ejemplo un hombre de 65 anos con
ulcera plantar abierta durante 5 anos y a punto de amputacion, solo en
70 dias cerro la ulcera sin mas que comida integral. Todas las
enfermedaders es por la acidocis metabolica a bajo tenor a que esta
sometido nuestro cuerpo por ingerir alimentos refinados como arroz
blanco, trigo refinado, azucar…lo que provoca un continuo deficit de
nutrientes para el funcionamiento normal de nuestro cuerpo….Solo
comiendo natural y alcalino nuestro cuerpo no puede enfermarse, lo
demostro Otto Warburg premio nobel de medicina 1931 – dijo: todas las
enfermedades son acidas incluida el cancer, donde existe alcalinidad y
oxigeno no puede existir la enfermedad…Alli en el Finlay demostraron
como curaban a los cancerosos terminales, los asmaticos, los
diabeticos en seis meses dejaban de inyectarse, las enfermedades
autoinmunes, como lupus eritomatoso donde vienen ninos de todas las
provincias del pais a atenderse alli se curan de los riñones que
tenian que ser transplantados…y asi a todos…implementen ese
conocimiento en toda Cuba y veran a este pais sin enfermedades
artificiales producida por alimentos artificiales que comemos todos,
el presupuesto anual de salud se reduciria como minimo a un 80%, y
saben que significa eso para el pueblo y la economia !!!!!, mi correo
es tukolag@gmail.com….Casa F del Instituto J.C. Finlay ubicado en
212 y 37, La Lisa, La Habana, al lado de la Fundación y Cine Glauber
Rocha, el primer jueves de cada mes dan una conferencia de 9:00 a.m. a
11:30 a.m. de Alimentación Sana o Macrobiótica=(L arga Vida), y la
semana siguiente de Lunes a Viernes en igual horario te dan el curso
de las 5 Dietas MAPI, una cada día con elaboración de estos alimentos
sanos delante de uno, con todas las condiciones de una Cocina, además
pruebas a diario el desayuno y el almuerzo y se disfruta mucho
aprender algo nuevo.
Macrobiotica Finlay:
Miren entiendan que la causa del cancer es la misma de todas las
enfermedades es por acidosis metabolica a bajo tenor que va
degenerando los organos y desnutriendo el organismo, eso esta
demostrado en el instituto Finlay de Cuba donde esta la Macrobiotica
dirigida por Carmen Porrata quien era subdirectora del instituto de
nutricion e igiene de los alimentos, y lo del cancer y sus condiciones
ya en 1931 Otto Warburg premio novel de medicina por descubrir la
fisiologia de las celulas sanas y cancerigenas donde dice que en un
medio acido es donde se desarrolla el cancer y las enfermedades y en
un medio alcalino y con oxigeno no existe ni cancer ni
enfermedades…fijence bien que toda la medicina esta hecha para ganar
dinero y nunca te van a decir que comiendo natural( sin ningun
refinado como arroz-blanco, azucar, pan-blanco, lacteos) nunca
padeceras de enfermedades y miren como ellos se basan en el proceso
natural del sistema inmulogico para recrear el proceso para luchar
contra las celulas cancerigenas y para ellos desarrollar eso es porque
saben que comiendo todo natural es lo real que funciona en la biologia
celular para morir sano, pero decirlo no le daria dinero y vean cono
es parcialmente efectivo, en la macrobiotica los cancerosos ya
terminales se curan en un año comiendo arroz-integral y te-bancha(te
verde sin teina) y despues de ocho meses agregan frijoles negros col
acelga cebollas, etc…analicen bien esto y si quieren saber mas mi
correo tukolag@gmail.com…Cuba puede ahorrase mas del 80% del
presupuesto de salud con tomar este conocimiento y aplicarlo y ya
dejariamos de ser uno de los paises mas enfermos cada vez mas del
mundo, cuba su primera causa de muerte es el cancer teniendo cada vez
mas tecnologia de punta como los paises desarrollados, todo eso es
desarrollado por dinero alla afuera aqui en cuba es por altruismo con
el projimo y no cobramos creyendo que lo que imitamos de los
desarrollados es lo maximo..hay que dar ese conocimiento a los cubanos
para salir de este ambiente artificial creado por el capitalismo !!!!!
Ojo con calificar de pseudociencia apresuradamente: Hace muchos años, los elementos del fengshui aplicados a la agricultura y urbanización causaban motivo de risa, hoy se entiende que fue la forma empírica en que los antiguos chinos expresaron sus conocimientos acumulados de geología, ecología, sicrometría, ionización y otros campos, basados en la experiencia, con un lenguaje esotérico pero aludiendo a hechos físicos, biológicos, etc. Igual pasó con la influencia de las corrientes subterráneas de agua en la resistencia de materiales, al principio se pensaba que se trataba de geomancia, astrología, etc. hoy con la invención de métodos de telemedición hasta 50 m de profundidades que permiten hacer un perfil escaneado del terreno y establecer parcialmente su composición, se acepta la idea de que las líneas Hartmann y otros criterios, estaban basados en las propiedades del agua versus los suelos por donde pasa y su interacción con equipos y construcciones, hasta donde pudieron experimentarlo en el siglo XIX. De pseudociencias han pasado a ser precursores.
En cuanto a los alimentos «calientes» y «fríos», he leído dichas teorías desde diversas fuentes, muchas serias, relacionados con la absorción de grasa, azúcares, temperaturas de de ácidos estomacales, pH y otros aspectos comprobables. Lo cierto es que la macrobiótica es una opción sana, pero no es tan barata.
No resulta adecuado hablar en páginas que tienen un corte científico de temas puramente seudocientíficos y que rozan con miradas eminentemente místicas. No hay ninguna comprobación científica que avale esa visión del ying y el yang, de energía caliente y fría asociada a la nutrición. Cuando un medio o un periodista van a hacer un trabajo de este tipo deberían hacer cruces serios de fuentes. Para hablar de energía, por ejemplo, deberían consultar a los físicos. Por demás, el mínimo cruce de fuentes que hay en este texto es sumamente desequilibrado y apunta demasiado claramente al interés de la autora a inclinar la balanza hacia sus entrevistados. A estos los cita; sin embargo de las voces críticas apenas hace una mención generalizada, sin ninguna entrevista a expertos y sin citar fuentes reconocidas y arbitradas. Este texto más que periodismo parece publicidad indirecta, que tanto se ha criticado en el ejercicio profesional. Cualquier curso de periodismo científico básico apunta a evitar este tipo de procederes a la hora de asumir la información de temas vinculados a la ciencia.
yo me he dado cuenta que los cubanos no tenemos cultura alimentaria, ni una dieta estable, además que hay que darse cuenta que los alimentos más nutritivos como los vegetales, el pescado son los más caros y el salario no cubre nuestras necesidades alimenticias. No sé que creen ustedes?