Miguel Ángel Plasencia Rodríguez, ingeniero jefe de grupo de la empresa GeoCuba Estudios Marinos, perteneciente al MINFAR, fue elegido hace un año como inspector sindical de salud en asamblea de afiliados y considera como muy positiva su experiencia.
“Hemos sido preparados para desempeñar esa labor, y aunque creo que aún falta bastante en cuanto a organización, me resulta evidente que el sindicato (Civiles de la Defensa) le presta atención a esta tarea.
“Mi empresa se dedica a las investigaciones marinas, de ahí que tenga que cumplir no pocos requisitos de seguridad, algo que a nosotros nos incumbe. Comprobamos, además, los techos de las edificaciones, que la luz sea la indicada, que no se fume en lugares prohibidos, y otros aspectos vinculados con la seguridad y salud del trabajo.
“Los inspectores nos reunimos con la dirección sindical y con la especialista de esa esfera en la empresa y allí se nos responden los avisos que hicimos sobre aspectos que sugerimos resolver. Ya hay una cultura al respecto e incluso los trabajadores se nos acercan y nos plantean sus inquietudes”, subraya nuestro entrevistado.
De manera esencial, la labor de Miguel Ángel y del resto de los inspectores de su empresa coadyuva a un mejor ambiente en el entorno laboral, pero una somera encuesta en diversos escenarios demuestra que el tema de los inspectores sindicales de salud necesita oxigenarse en gran cantidad de centros laborales del país.
“¿Conoce usted quiénes son los inspectores sindicales de salud”, preguntamos, y las respuestas, más allá de sus diferencias, contenían un denominador común: el desconocimiento ante algo que para algunos parecía una figura recién surgida, a pesar de que ya son varios sus años de existencia.
Responsabilidad sindical y administrativa
“Ciertamente el llamado del movimiento sindical en la actualidad es al rescate de la figura del inspector, por su gran importancia en la reducción de la accidentalidad”, indicó Roberto Betharte, jefe del Departamento de Asuntos Laborales y Sociales de la CTC Nacional.
Señaló, asimismo, que los inspectores sí existen en los colectivos laborales del país, “aunque no siempre les garantizamos las facilidades para ejercer sus funciones o no les reconocemos el resultado de su trabajo en importantes espacios como la asamblea general de afiliados y trabajadores, matutinos, encuentros emulativos, entre otros”, dijo.
A pesar de tal criterio, y que los controles sindicales sitúan en 9 mil su número actual en el país, es menester profundizar en el trabajo, mucho más en lo referido al cumplimiento de las normas, reglas, reglamentos e instrucciones vigentes; así como para hacer cumplir la legislación sobre la trabajadora, los jóvenes y los trabajadores con capacidad laboral reducida.
Ana Julia Cleger, funcionaria del mismo departamento, destacó que en la capital hay lugares, especialmente en Antillana de Acero, donde esta es una tarea ya consolidada, una tendencia que habría que generalizar, y para lo cual se han elaborado diversos materiales para la capacitación de estos compañeros, donde se orienta cómo y qué se debe hacer para lograr su efectividad.
En el orden provincial pudiéramos mencionar a Villa Clara, especialmente sus sindicatos de Industrias y de Comercio, la Gastronomía y los Servicios, manifestó.
Saber que constituye una tarea eminentemente sindical no niega el concepto básico esgrimido por Cleger de la responsabilidad compartida entre la organización sindical y la administración. “Eso es algo que debe aparecer en el convenio colectivo de trabajo; además, la administración está en la obligación de garantizar y acompañar la labor del inspector en cada área que se vaya a inspeccionar”.
Cleger destacó la importancia de que los directivos tengan conciencia del verdadero rol de los inspectores en la reducción de la accidentalidad. “Pero es necesario un mayor control sindical y administrativo sobre el tema”, argumentó.
Finalmente, Betharte consideró que aunque este asunto está refrendado en la legislación laboral vigente les falta mucho por hacer a empleadores y organizaciones sindicales en los colectivos laborales. “Tenemos que alcanzar sistematicidad en el trabajo, conocer cómo asumen los empleadores el trabajo del inspector y, sobre todo, incidir en la negociación colectiva de cada entidad para facilitar el cumplimento exitoso de sus funciones.