Compartir las experiencias y dar a conocer información útil es una clave para el éxito de las cooperativas no agropecuarias (CNA), pero todavía sería más eficaz si todas las partes estuvieran presentes al hablar sobre el tema en cualquier escenario, y que cada cual respondiera ante cada dificultad planteada en aras de erradicar las deficiencias, las trabas y trabajar para eliminar los riesgos y sus consecuencias.
Es importante también que los cooperativistas tengan bien claro su contribución social a los territorios donde están enclavadas las cooperativas, para alcanzar el desarrollo económico y social local, una vez que comiencen a crear sus fondos.
La formación de los socios en este tema es otro aspecto que se debe tener presente, pues aún se ve que muchos no tienen la cultura y la mentalidad que necesitan sobre la cooperación y el intercambio, y entender que la distribución del ingreso y la riqueza hay que hacerla de forma colectiva. Hay una frase que debe llevarse a modo de estandarte: “Vivir con lo nuestro y para los nuestros”.
No es posible desarrollar proyectos económicos sin involucrar activamente a la población en su diseño y gestión, de ahí que se exija de modo imperioso el fortalecimiento de estas cooperativas o del cooperativismo y para esto deben tener acceso a mercados de crédito, de tecnología y capacitación, entre otros. No solo se trata de producir más, sino de hacerlo para vivir bien, que el trabajo contribuya a la dignificación de la persona.
Por eso hay que afanarse para que no fracase este proyecto, que perdure en el tiempo un cooperativismo social y sostenible. Según resultados de encuestas y entrevistas realizadas, fundamentalmente a las 15 cooperativas no agropecuarias del municipio de Diez de Octubre, opino a mi modo de ver, que se deben tener en cuenta, entre otras, las siguientes acciones:
1- Tratar que todos los socios tengan un cambio de cultura, un asesoramiento sostenido de la educación y la formación del cooperativismo. En el 40 % de las cooperativas la cultura y conocimiento sobre cooperativismo solo la tienen generalmente el presidente y el económico.
2- Hay que concientizar que es un proceso intensivo, al que hay que dedicarle tiempo y recursos: es fundamental crear almacenes mayoristas.
3- Las cooperativas deben realizar un análisis de factibilidad más profundo.
4- Se debe ganar en rentabilidad para garantizar la perdurabilidad.
5- Valorar cómo reducir precios. Es importante eliminar intermediarios y descentralizar funciones.
6- Eliminar las trabas con las entidades del sector estatal para la realización de sus contratos.
7- Se debe crear una escuela de capacitación en todas las provincias con un programa único.
8- Todas las cooperativas deben aportar su contribución social a los territorios donde están enclavadas, para afianzar el desarrollo local.
Nuestra asociación de economistas y contadores a nivel municipal le continúa brindando atención a las cooperativas en asesorías, cursos y conferencias sobre el tema, además de elevar sus inquietudes, pero es tarea de todos los que tienen que ver de una forma u otra que estos problemas se resuelvan y no queden en blanco y negro.
* Presidenta de la Anec en el municipio de Diez de Octubre, La Habana
Los cooperativistas no tienen que dar ninguna contribución social, eso es otro invento para tumbarles dinero, para eso pagan sus impuestos, y el Poder Popular es el que tiene que administrar los recursos recaudados por impuestos e invertirlos en el desarrollo de la localidad, y no en carritos y prebendas para burócratas.
Me parece muy atinado el artículo. Desde el 20 de diciembre del 2013 estamos intentando crear una cooperativa no agropecuaria en el municipio de Jovellanos; harta la fecha, se encuentra en la etapa de valoración por parte del Consejo de Ministros. Si se aprueba; todavía hay un largo proceso por delante. No sé cómo lo han logrado las ya creadas; pero de lo que no me queda dudas es que mediante el burocrático y extenso mecanismo que hoy está implantado no es posible que se desarrolle. ¿Qué tiempo se puede tener un capital inmovilizado? ¿Cuánto tiempo puede tenerse a un grupo de personas esperando para comenzar a producir sin que tengan una fuente alternativa de ingresos? Las preguntas pueden ser más; pero lo importante es que se gane conciencia en la importancia de hacer más expedito este trámite.
Otro asunto es el respaldo legal del proceso: en la experiencia de la CNA “Alvincos”-mi experiencia propia- el MINAL nos ha hecho exigencia que a las clara riñen con lo dispuesto en la ley… ¿A quién dirigirse cuando esto ocurra? El primer incidente fue que el MINAL no entendía porque los socios vendían a la CNA los activos necesarios; y exigían inicialmente que los futuros socios donaran los mismos. La segunda incongruencia fue el no considerar la compra directa a la población y a otros cuentapropistas de materias primas (a pesar de haber sido práctica usual de este grupo de cuentapropistas por más de 17 años) ¿Por qué deciden sobre el tema personas que obviamente no conocen la ley?
Como si lo anterior no fuera suficiente; hay lagunas en la propia ley que nadie ha podido explicarnos, por ejemplo: ¿si la cooperativa adquiere o construye locales que por su naturaleza no sean habitables (garajes, talleres, etc.) como registrarlos? ¿Si no es posible registrarlos, como poder incluirlos en los procesos contables y de negocios?
Esta idea es nueva en nuestro país –lo comprendo- por ello se considera el período experimental… pero obviamente no se mira a lo legislado en los países que la experiencia tiene más de 200 años ¿”No estaremos descubriendo la rueda”? No obstante continuaremos apostando por esta nueva forma de gestión, que consideramos por muchas razones superior a las ya existentes.
Muchas gracias y disculpen lo extenso.