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Por Ana Margarita y Ariadna A. Pérez
Un detallado informe sobre los problemas que afectan a las comunidades de las zonas montañosas y rurales del país fue discutido por los diputados que pertenecen a las comisiones Agroalimentaria y Defensa Nacional durante el cuarto período ordinario de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su VIII legislatura, en el Palacio de las Convenciones, de La Habana.
Entre las principales dificultades se señalaron los bajos planes productivos y el incumplimiento en ocasiones con los cultivos varios, la madera, el café y la leche, así como con la no asignación de los insumos necesarios para garantizar las producciones agropecuarias.
Además el nivel de contratación de estas producciones es insuficiente por parte de las empresas comercializadoras; unido al déficit de transporte y otros aseguramientos logísticos para enfrentarla y la mala situación de los caminos y la falta del equipamiento especializado para su reparación.
Con respecto a la salud pública, aunque está organizada, hay insatisfacciones en la población debido a la reorganización de los servicios en los hospitales rurales, lo que hace que se recorra mayor distancia para realizar exámenes complementarios y el atraso en la entrega de medicamentos controlados, señala el informe presentado a las comisiones.
El reordenamiento de las escuelas provocó que los niños deban recorrer largas distancias y es una de las principales causas de la emigración a las zonas urbanas, sumado a los problemas en la reparación de los medios informáticos que limita el desarrollo de programas audiovisuales.
Otros asuntos que necesitan atención son el tiempo de duración del servicio eléctrico en las comunidades, la falta de mantenimiento a las redes eléctricas y el déficit de piezas de repuesto para las reparaciones de los equipos entregados por el Programa de ahorro energético.
En las instalaciones culturales, muchas en mal estado, hay déficit de equipos y medios para reparar los instrumentos que poseen los grupos.
También plantea el documento, limitaciones en los servicios fúnebres, por la carencia de medios especializados que puedan acceder a las montañas; en algunas comunidades este servicio se vuelve complejo al no existir carros de triple tracción que aseguren el funeral, lo que constituye una situación muy sensible para los dolientes.
Los recursos para el mantenimiento de redes hidráulicas y tratamientos de residuales son escasos, lo que unido las insuficientes fuentes de abasto de agua, complejizan este asunto en las zonas rurales y montañosas.
Existen zonas de silencio y se dificulta la llegada de las señales de radio y televisión, lo que provoca irritación en la población. Además se expusieron las insuficiencias con los servicios gastronómicos, pues con la política de arrendamiento de locales para este fin, la mayoría de los círculos sociales se encuentran cerrados, a lo que se suma la poca oferta de productos liberados tales como arroz, azúcar, jabones y galletas. Es inestable la distribución del queroseno y no se ha logrado extender a todas las unidades la producción de repostería.
Es pobre la presencia de trabajadores por cuenta propia, ya que el arrendamiento de locales no ha tenido un buen impacto, se considera que los precios continúan altos, por lo que es casi nulo el servicio gastronómico en las zonas montañosas.
Se producen acciones delictivas e ilegalidades, principalmente por falta de vigilancia y descontrol, por ello la población demanda mayor nivel de esclarecimiento y sanciones más severas.
Los incendios forestales disminuyen, pero continúan siendo un problema para estos territorios.
Las acciones para la conservación de los ecosistemas en las zonas de montañosas es insuficiente, faltan conocimientos de las políticas ambientales y para el tratamiento de los suelos, lo que provoca su degradación. Se mantienen los efectos contaminantes producto del vertimiento de residuales en algunas comunidades.
El informe presentado a los diputados reconoció que además de estas situaciones existen otras cuya solución no siempre está sustentada en la existencia de recursos materiales y financieros, sino en mayor gestión y organización por los factores responsabilizados con la atención de estas comunidades.
Los problemas están en alguna medida en todos los territorios donde existe el Plan Turquino y tienen incidencia significativa en la inestabilidad laboral en el campo. SE adoptaron varios acuerdos tendentes a valorar y dar solución a esa problemática para continuar resguardando las montañas y protegiendo a la población que aún habita en estas zonas.
