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A propósito de la jornada por el Día del Educador será entregada la distinción Rafael María de Mendive a trabajadores destacados del sector por 20 años o más. Uno de ellos pudiera ser el doctor José Alberto Chang Ramírez, profesor del departamento de Marxismo de la Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez.
Sin embargo, actualmente es imposible, porque el ejecutivo sindical de esa institución no presentó en tiempo, como está decretado, la solicitud del especialista, con 34 años de labor destacada e ininterrumpida en la rama, aval suficiente para hacerse acreedor del mencionado reconocimiento.
El reclamo llegó a Buzón abierto. Su razón es reconocida en la respuesta que firman Ismael Drullet Pérez, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación la Ciencia y el Deporte (SNTECD), y Gertrudis Simón Pineda, miembro de su secretariado.
Este caso es una muestra de que no ha habido prioridad a la tarea en determinados centros y con algunos trabajadores, de acuerdo con lo estipulado en la Ley No. 17 del Sistema de Condecoraciones y Títulos Honoríficos de la República de Cuba, señalan.
Del análisis derivó la indicación a Danay Yera Amador, secretaria general del buró provincial del SNTECD en la Perla del Sur, para que prioricen el procesamiento de expedientes como el de José Alberto Chang Ramírez y otorguen la distinción cuando haya disponibilidad de medallas.
Y es que reconocen que en los últimos ocho años ha habido déficit y, por ende, retraso en las entregas. Solo en Cienfuegos existen mil 539 trabajadores pendientes y este año del nivel central se recibieron 430.
Investigar ante la queja
Como es habitual, ante la carta de reclamación de un trabajador se constituye una comisión que investiga.
Para el estudio del caso del profesor tuvieron en cuenta sus consideraciones, en las que plantea merecer la Distinción por los años de permanencia en el sector educacional y trayectoria laboral, social y política. Por este crédito actualmente se encuentra cumpliendo misión internacionalista en la República Bolivariana de Venezuela, expone la carta.
En el buró provincial y municipal del SNTECD desconocían no solo la queja, sino también de la solicitud porque nunca había llegado a sus manos, por lo cual indagaron en la Universidad. Allí el sindicato tiene identificados los posibles a recibir el reconocimiento, aunque “no consta la documentación a enviar al municipio demostrándose morosidad en la tarea que priva a los trabajadores de ser estimulados moralmente en su colectivo laboral por la obra realizada y merecida”, puntualiza la misiva.
Quizás por ello entre las indicaciones de la instancia nacional está informar en aquel centro de altos estudios, que es con lugar la queja emitida por José Alberto.
Ojalá que otros ejecutivos sindicales en diversos niveles se miren en este espejo. La gestión es decisiva y si por dificultades de recursos se retrasa la entrega del reconocimiento, con mayor razón debe funcionar la comunicación con los afiliados. El mérito moral no puede convertirse en una carga pesada.
