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Meses después de cumplir los 65 años el capitalino Cristóbal Ortiz Medina solicitó la jubilación. Pero han transcurrido ocho meses y aún no tiene solución el trámite de este agente de seguridad interna de la entidad que identifica en su carta postal como CNEURO.
Varias trabas impidieron que su expediente fuera aceptado por la filial del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass) del municipio de Playa. Primero alegaron que un documento acreditaba el estímulo pagado en enero del 2014 perteneciente al año anterior, lo cual debía aparecer en la tarjeta SNC 2-25 del 2013.
Volvió luego de subsanado el error y tampoco recibieron el expediente “porque no concordaban las firmas del económico en dos papeles y el certifico del Comité Militar carecía del cuño sobre el sello, que además, estaba tachado”, explica.
Y a la tercera no fue la vencida. Ahora “se encontraban deteriorados los documentos de la Empresa de Navegación Caribe (ENC) que avalan los años desde 1972 a 1979”, manifiesta el lector.
Salvado ese trámite y vuelto a presentar el expediente, en el Inass exigen una constancia del ministerio correspondiente para justificar ese período. Por último, y con todo en orden, le informaron a la compañera Maylin Carnet, que por su empresa presentaba el expediente, que “la filial municipal del Inass es la encargada de verificar y certificar estos documentos”, suponemos que los pertenecientes a la ENC porque el lector no lo precisa.
Ante esta innecesaria demora que ha retrasado su jubilación cuestiona quién es el responsable y por qué tiene que pagar el trabajador. “¿Por qué desde el primer momento no se revisó todo y los errores fueron subsanados de una sola vez?”, subraya.
Aunque también hacemos la alerta al trabajador. Tener los papeles en regla y mucho más en la etapa cercana a la jubilación lleva un componente individual. No por gusto el nuevo Código de Trabajo refrenda en su artículo 33 que el trabajador o su representante, tiene derecho a examinar el expediente en cualquier momento.
