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Costa Rica debía ser el ninguneado del Grupo D, el equipo al que todos los demás vencieran sin aparentes dificultades, sobre todo porque el resto de los integrantes de esa llave ya conocen lo que significa sostener entres sus manos un trofeo mundialista.
Sin embargo, los ticos han derrumbado todos los pronósticos, incluso los del pulpo Paul, para convertirse en matarreyes: primero derrotaron al incansable Uruguay 3-1, para luego —en desenlace más que inesperado— disponer de los flamantes italianos con pizarra de 1-0 y gol del capitán Bryan Ruiz.
Nadie, ni siquiera ellos mismos, hubiesen podido prever tales resultados. Ni siquiera sus más fieles hinchas soñaron con ver alzarse a los costarricenses como los primeros clasificados de su grupo, dejando en el camino a escuadras con mucho más historial y calidad de jugadores.
Mas, lo cierto, es que por el momento el conjunto centroamericano es la revelación de este Mundial 2014, que parece empeñado en regalar sorpresas continuamente.
Los ticos, sin nada que perder y sabiéndose libres de compromisos, han salido al césped para tragarse el mundo. Y lo han conseguido. Juegan sin presión, como el pequeño que simplemente va y disfruta aquello que le apasiona, sin la urgencia de ganar, sin la imperiosa responsabilidad de probar su grandeza.
Lo que suceda en octavos de final con los ticos poco o nada importa. Para ellos el Mundial debió haber concluido desde el primer día, pero se niegan a dejar Brasil por las buenas.
Que Costa Rica no es favorito para ganar absolutamente nada fuera de la CONCACAF no es secreto para nadie, pero hasta el momento le han puesto sabor a este Mundial brasileño.
Además, los ticos están en condiciones de soñar, pues su cruce en la siguiente fase será contra el segundo puesto de la llave C (Grecia o Costa de Marfil), un rival mucho más asequible que los tres campeones mundiales con los cuales fueron ubicados en el apartado D.
En la próxima salida Costa Rica tendrá como rival a Inglaterra, ya sin opciones de clasificarse para la siguiente fase, choque que podría consagrar a los latinoamericanos de completar la barrida antes estos tres grandes de la historia del fútbol: un grupo en el cual, los costarricenses debieron ser los apabullados según todos los pronósticos.
Francia avanza segura
Los galos concretaron su presencia en la siguiente fase al disponer cómodamente de Suiza por 5-2, en partido en el que no se extrañó la ausencia del estelar Frank Ribèry.
Los franceses, dirigidos por Didier Dechamps, han mostrado un excelente performance en un grupo en el que salieron como amplios favoritos y no han defraudado. Además, los reparos que surgieron ante la lesión de Ribèry antes del Mundial han sido saldados con Benzema en la punta de su delantera.
En el segundo partido del Grupo E, Ecuador desbancó las aspiraciones hondureñas al dominar el marcador por 2-1, guiados por un fenomenal Enner Valencia, dueño de los dos goles ecuatorianos.
Ahora Valencia y Benzama (ambos con tres diansas) igualan con los holandeses Robben y Van Persie, y el alemán Müller a la cabeza de los máximos artilleros del mundial.
Así, los ecuatorianos tendrán su último chance ante los franceses en el cierre de su actuación mundialista, partido que por sí mismo no define nada, pues Suiza finaliza esta fase de grupo contra Honduras, en cotejo que se inclina por los europeos.
Para mantenerse con vida en la lid los ecuatorianos precisan una victoria ante Francia, combinada con un empate o una derrota de los suizos; u otra variante que incluiría un empate ante los galos y la debacle suiza ante los hondureños. Ambas combinaciones se muestran en extremo complejas, pues ninguna de ellas deja en manos de los sudamericanos la responsabilidad exclusiva de su avance.
Lo más lógico, por lo visto, sería pronosticar que Francia completará la barrida y Suiza será capaz de dominar a Honduras, con lo cual los latinoamericanos del grupo quedarían en el camino, a pesar de haber desplegado un excelente fútbol y jugarle sin complejos a los dos favoritos de su llave.
