Santiago de Cuba.- La VII Convención Internacional de Voleibol clausuró sus debates aquí este viernes, con un panel científico dedicado al desarrollo sostenible de esta disciplina deportiva en el país.
La actividad aconteció en una de las salas del Teatro Heredia y contó con la presencia de un amplio auditorio de profesores y académicos cubanos y venezolanos.
El moderador de la mesa fue el Dr. Rolando Zamora Castro, de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte (UCCFD) de esta provincia, entidad que auspicia cada dos años el cónclave.
La apertura de la sesión estuvo a cargo del Dr. Jorge Ricardo Martínez Sopeña, quien se refirió a la preparación psicológica del voleibolista. En su intervención aseguró que el paradigma de mayor éxito en esta área ha sido aquel que propugna la atención psicológica a lo largo de todo el entrenamiento, y no en momentos particulares.
Señaló que este servicio permite a los jugadores acumular condiciones psicológicas que garantizan el resultado deportivo, ya que le proveen confianza en sus habilidades, deseos de luchar por la victoria, excitación emocional y firmeza ante las influencias desfavorables del contexto.
El especialista Enrique Wanton Prince ofreció sus Consideraciones generales sobre la preparación de fuerza en el voleibol. Al respecto afirmó que existen dificultades para evaluar la fuerza explosiva o rápida, de manera que muchas veces se orientan ejercicios para desarrollar un plano muscular y en realidad se actúa sobre otro.
Insistió en la importancia de individualizar el trabajo de fuerza, aun en deportes colectivos, e invitó a que los participantes valoraran si era posible programar el trabajo de fuerza según las posiciones de los jugadores en el voleibol. A su juicio no solo es posible, sino necesario.
El Dr. Michel Oroceno abordó las tendencias actuales del entrenamiento del voleibolista, respecto a lo cual consideró que la planificación a varios niveles es clave para el desarrollo.
“Solemos valorar el trabajo realizado por los resultados obtenidos y no tanto la calidad de la planificación realizada camino a la consecución de los mismos”, estimó el decano de la facultad santiaguera antes de alertar sobre el hecho de que “muchas veces modificamos lo previsto, pero no conscientemente ni con la perspectiva de resolver problemas que se presentan en el proceso de preparación”.
Aseguró que adscribirse a una escuela de pensamiento en este sentido es una alternativa limitada, y que lo favorable es estudiarlas todas y emplear sus aportes teóricos intencionadamente, de acuerdo al contexto y las características del grupo de alumnos. “Hay que crear en materia de planificación. Cada profesor debe ser un creador y no aplicar fórmulas elaboradas en otro lugar”, concluyó.
La Dra. Esmirna Cascaret Fonseca colocó en debate el papel de la medicina deportiva en el voleibol, considerando el mismo como como parte integrante de proceso de preparación del voleibolista.
La medicina deportiva tiene que considerar una serie de indicadores para medir el impacto del entrenamiento, y desde ahí hacer recomendaciones a los cuerpos técnicos de las selecciones.
“El control médico permite los ajustes del entrenamiento, previene las lesiones, los traumatismos más severos, y asegura el respeto a las bases del desarrollo humano. No debe olvidarse que el alto rendimiento en el deporte ocasiona un enorme estrés biológico al organismo humano, pues la evolución no nos concibió para realizar 200 saltos en un día, por solo citar un ejemplo”, expresó.
Finalmente, la especialista Noralmis Frómeta Moreira profundizó en la perspectiva del desentrenamiento deportivo en el voleibol, asunto que catalogó de crucial para el deporte cubano ante el hecho probado de que muchos ex atletas no rebasan los 60 años de vida.
“La atención a los deportistas retirados no está debidamente articulada dentro del sistema deportivo cubano, cuestión esta que no solo es médica, sino ética. Los entrenadores se dedican a captar niños y jóvenes sanos para la práctica deportiva, un proceso agresivo que transforma su organismo con el paso de los años. Entonces, cuando este finaliza su carrera no puede quedar a merced de los servicios médicos, sino también de los propios entrenadores que deben desentrenarlos y hacer regresivo todo aquello que sea posible”, reflexionó.
“En la actualidad se establece para ello un período de tres a seis meses, lo cual es un esquematismo, pues cada organismo reclama tiempos distintos para regresar en lo posible a un estadio normal”, aseguró la experta.
La sesión incluyó varias intervenciones de los yentes e intercambios de opiniones sobre algunos de los temas puestos sobre la mesa.
La VIII Convención tendrá lugar en el año 2016.
Acerca del autor
Licenciado en Periodismo de la Universidad de La Habana (UH). Especialista en los deportes de boxeo, voleibol, lucha, pesas y otros. Cubrió los XV Juegos Panamericanos de Río-2007, los XXX Juegos Olímpicos de Londres 2012, la final de la Liga Mundial de Voleibol 2011 y otros eventos internacionales celebrados en Cuba. Profesor de Teoría en la Comunicación de la UH y la Universidad Agraria de La Habana. Imparte cursos de esta y otras materias en diversas instituciones del país como el Instituto Internacional de Periodismo José Martí. Ha obtenido premios y menciones en el Concurso Nacional de Periodismo Deportivo José González Barros.