Un creciente uso de medicamentos y vacunas cubanas está teniendo una incidencia benefactora en la salud pública en Argentina, dentro de las campañas de bienestar y desarrollo social que realiza el Estado. Ejemplo de ello es la vacuna pentavalente, incorporada desde el 2007 por el Ministerio de Salud (Minsal), y que se aplica a cerca de 700 mil niños que nacen anualmente, inmunizándolos contra cinco enfermedades.
Cuba aporta, asimismo, de dos millones a dos millones y medio de la Heberpenta-L a ese programa que ha sido exaltado por la Organización Mundial de Salud, a la vez que el Minsal emplea el pesquisaje masivo sustentado en la tecnología cubana del sistema ultramicroanalítico (Suma), para la detección de enfermedades en los neonatos.
A un costo de 184 millones de dólares anuales, el Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles asegura en Argentina la vacunación gratuita contra 16 enfermedades a toda la población que la necesita, en especial la infantil y mayores de 65 años, afirmó su titular, la doctora Carla Vizzotti.
(Con información de Correo del Orinoco)