Aumentar la calidad de vida de la población, a partir de la solución colectiva de problemáticas que con el paso del tiempo se convirtieron en históricos planteamientos de los procesos de rendición de cuenta del Delegado del Poder Popular a sus electores rige la labor que se realiza en comunidades rurales de Guantánamo.
En asentamientos poblacionales como Punta de Maisí y Vertiente, en el extremo más oriental de Cuba, Santa Fe, del municipio de El Salvador, Macambo en San Antonio del Sur, El Sigual, en Manuel Tames y Dios Ayuda, La Demajagua, Dos pasos y Monte verde, en el montañoso Yateras, acciones conjuntas de entidades y organismos permitieron la reanimación de estas comunidades, las que lucen hoy más bellas.
Las intervenciones comunitarias integradas hicieron posible la reparación y pintura de bodegas, escuelas primarias, consultorios del médico de la familia, salas de video y de televisión y círculos sociales en mal estado constructivo, la construcción de áreas deportivas y parques infantiles, la erradicación de pisos de tierra y la colocación de nuevos techos en muchas viviendas y el mejoramiento de los viales de acceso.
Con la construcción de acueductos rurales se mejoró los problemas existentes con el abasto y calidad del agua como sucedió en Macambo, poblado del municipio de San Antonio del Sur, ubicado en la franja semidesértica, exactamente en el lugar donde menos llueve en Cuba.
Mientras en otras comunidades serranas la labor de obreros de la organización básica eléctrica (OBE) permitió la limpieza, extensión y mejoramiento de las líneas con un sucesivo aumento de los servicios.
Mejoró además la venta de variados artículos a la población, entre los que sobresalen los insumos agrícolas a los campesinos y materiales de la construcción, y aumentó el número de actividades culturales y deportivas, así como las visitas de médicos, estomatólogos y promotores de salud.
En la actualidad las labores de reanimación continúan en varias comunidades de todos los municipios de la provincia donde, poco a poco, se da solución a un grupo de necesidades, muchas veces con recursos propios de los territorios.
Muchas de estas acciones crean nuevos empleos y sobre todo permiten elevar la espiritualidad y calidad de vida de la población y aumentan el prestigio y protagonismo de los Delegados del Poder Popular.
Pie de Foto
Foto 1. – La comunidad de El Jamal, en Baracoa, luce su reparada casa de la cultura, centro de diversas actividades comunitarias.| foto: Rodny Alcolea