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Hay una creencia de que el turismo lo tiene todo, que no padece problemas de recursos, tecnologías, equipos, ni de dinero para invertir aquí o allá… Sonríe pícaramente José A. Chantres para que se entienda que no siempre es tan así.
El especialista en energía busca los ejemplos en su mente, la evidencia de cada solución salvadora de la estabilidad operacional del hotel Brisas del Caribe, la instalación de Varadero que llega a sus 18 años de fundada orgullosa del aporte de sus trabajadores en el empeño de disminuir costos y elevar eficiencia.
No puede hablarse aquí de innovación sin entenderlo como un concepto incluyente. “Desde los jardineros, los de la cocina, en la mayoría de las áreas, somos todos”, argumenta Carlos Chávez, director de la instalación del grupo Cubanacán.
“Mire, esta merenguera y la mezcladora nunca han sido sustituidas, viven gracias a los aniristas”, advierte el maestro dulcero Elier González Gutiérrez, un hombre también reconocido por sus genialidades en la repostería, desde donde dice hay que apretarse para ser eficiente y mantener buen sabor.
Sin embargo, si una partida recibe los beneficios de repuestas inteligentes e inmediatas es la de la energía, afirma Chantres. “Junto con el cotidiano control para no excedernos en el consumo del plan eléctrico están los problemas que surgen cuando algo se avería…
“Hace ya un tiempo, de madrugada, pasamos tremendo susto porque se agrietó la carcasa por donde circula el agua que garantiza funcione el sistema de clima… Empezó a drenar y a drenar, y mientras eso sucedía, se afectaba la climatización en 270 habitaciones, imagínese qué problema…
“Se taponeó eso como se pudo, pero cuando amaneció, enseguida nos reunimos, llamamos a cuantas firmas existen en el país, algunas con elevados precios, en fin, que un compañero nuestro dijo: yo tengo una idea, y resultó hasta hoy…”.
Por esa solución y otras Juan Rodríguez Valle, acaba de merecer el sello 8 de Octubre, la distinción que premia relevantes prácticas en la ANIR. “Soy parte de la política de este hotel de alargarle la vida a lo que podamos… En aquel momento se me ocurrió barrenar el área dañada, y hacerle como un torniquete con un tornillo, en fin que eso ajustó tanto que no se escapa una sola gotica…”
“Parece una bobería, sonríe Chantres, pero eso impidió malestares en los turistas, que el hotel no cerrara y evitó, por lo bajito, se erogaran unos 18 mil CUC si lo arreglaba un tercero…”.
Algo similar sucedió con los quebraderos de cabeza provocados por unas resistencias importadas, que a los dos meses se rompían. Estos dispositivos se instalan en los tanques de agua de la sala de máquinas, desde donde se garantiza el agua caliente.
Luis M. Toyos Jiménez y Fernando Hoyos Cuan, juntaron el talento para darle a Brisas del Caribe un producto diseñado, construido e instalado por ellos. “Al principio empleamos materiales desechables ya agotados y ahora esos perfiles, de acero níquel, se los encargamos a EMPRESTUR”, especifica Hoyos Cuan.
Toyos Jiménez, al frente del comité de la ANIR, afirma que “una de las ventajas de las nuestras es la de consumir menos. Mientras aquellas registran 67 KW/H, estas consiguen 47 KW/H”. Chantres precisa que “las nuestras demoran un poquitico más en calentar el agua, porque su potencia es menor, pero el ahorro es significativo”.
Esta innovación está incluida en el plan de generalización del sector en la provincia, aseguran por aquí, aunque ignoran si otra instalación de Matanzas la ha materializado.
Las maneras de asumir la labor anirista en Brisas del Caribe son ponderadas por la presidenta de la ANIR en el municipio de Cárdenas, adonde pertenece el polo turístico de Varadero. Según Marta Gastón Cabello, “su ejemplo trasciende al sector, tanto por la estabilidad en el funcionamiento del comité y el apoyo recibido por el sindicato y la dirección”.
Alerta, sin embargo, en la urgencia que tiene el MINTUR de pagarles en tiempo el estímulo a quienes no pierden un segundo en responder cuando una situación demanda del talento que le salva la vida a no pocos centros en el país.
