Sobre el impacto en el sector de la salud pública del bloqueo económico impuesto por sucesivas administraciones norteamericanas a Cuba, hablaron los tuneros y los integrantes de la brigada de amistad Finlandia-Cuba, quienes por estos días cumplen una apretada agenda en favor de la solidaridad entre ambos pueblos.
El doctor Juan Ernesto Pérez Reyes, especialista de segundo grado en Oncología, explicó las incidencias del cáncer en la población de esta provincia del oriente cubano, en tanto primera causa de muerte desde el 2009, y el obstáculo que representa el cerco económico para adquirir fármacos y medios diagnósticos de factura estadounidense o de sus filiales en el mundo, pues tales recursos son esenciales en el tratamiento de dicha enfermedad.
El también máster en Ciencias destacó que el Estado cubano garantiza los medicamentos del cuadro básico, pero se hacen inaccesibles los complementarios que extenderían la supervivencia y mejorarían la calidad de vida de los pacientes, pues su adquisición en mercados lejanos y a través de terceros países encarece sobremanera los costos, lo que no está al alcance de las naciones subdesarrolladas.
Entre los efectos nocivos de la criminal política de Estados Unidos hacia Cuba reseñó las dificultades para acceder a citostáticos de última generación, de procedencia norteamericana, imprescindibles para enfrentar tumores malignos de pulmón, que el 90% de los afectados requiere anualmente.
En el grupo de las restricciones señaló las tabletas de Capecitabina, con efectividad demostrada en el combate contra el cáncer de mama en estado avanzado o de metástasis, y las de Erlotinib y Gefitinib. Incluyó, además, los anticuerpos monoclonales como el Cetuximab y el Bevacizumab, para cáncer colorectal avanzado.
Otra página que muestra la cruel naturaleza del bloqueo está asociada a la obtención de equipamientos de primera línea para la radioterapia antitumoral, los cuales permiten aplicar mayores dosis de radiaciones a los tumores con menos efectos tóxicos y mejores índices de curación. La limitación en este sentido obliga al traslado de pacientes a otras provincias para realizar sus tratamientos y se dilatan las esperas para iniciar los mismos.
También se obstaculiza la compra de equipamientos capaces de proveer imágenes para estudiar tumores encefálicos, y por ello se dificulta su diagnóstico, conocer el tamaño de la lesión, guiar dispositivos para tomar biopsias y detectar recaídas post-tratamiento.
Los niños enfermos no están excluidos de estos daños, que pueden apreciarse en la carencia de medios modernos para la realización de cirugía microscópica y la aplicación de modernas terapias para tratar localmente al tumor más frecuente de la retina de los niños.
Por las razones anteriormente expuestas, justo es señalar que faltan medicamentos para aliviar el sufrimiento como el Clodronato y el Ibandronato oral para el dolor por metástasis en los huesos, así como otros para controlar los vómitos, prevenir el estreñimiento y tratar las diarreas.
“Hay muchísimos ejemplos más”, dijo la licenciada en enfermería Miriam Smile Whilby, quien recordó el objetivo declarado del bloqueo de rendir por hambre y penurias la voluntad soberana del pueblo cubano, el que levanta las banderas de la resistencia en este frente con el desarrollo de la biotecnología y la producción de vacunas y otros medicamentos contra esa enfermedad.