Renán Cabrera Franco acaba de abrir su “botija verde” para darle más colorido a la cercana fiesta por el Primero de Mayo: Llega a los 70 millones de arrobas de caña cortadas en 40 zafras azucareras.
La proeza es materializada en campos de la unidad básica de producción cooperativa (UBPC) Arabal, del municipio avileño de Chambas, donde nació hace más de cinco décadas este hombre, enamorado toda su vida de la dulce gramínea.
“Ni bigote tenía cuando cogí la mocha en el Ejército Juvenil del Trabajo, luego manejé una alzadora hasta que me casé para siempre con las combinadas”, afirma el operador, motivado por un acontecimiento más relevante para él que sus propias hazañas guardarraya adentro.
“Aquel día de 1997 en el Palacio de Convenciones, el Comandante en Jefe Fidel Castro colocó en mi pecho la estrella de Héroe del Trabajo de la República de Cuba, quiso conversar conmigo, pero yo estaba tan nervioso que solo pude darle las gracias; sin embargo, eso bastó para seguir guapeando con mi máquina que ya está medio cansada de tanto batallar”, comenta y ríe con picardía.
“Tiene unos cuantos años, pero yo la cuido. Una sola rotura leve en la presente zafra es algo para envidiar. A veces mi esposa dice: ‘¡Caramba Renán, yo creo que tú quieres más a ese aparato que a mí!’; entonces yo le paso la mano, pues ella también es vanguardia, se las trae lavar mi ropa llena de grasa y picapica.
“Cuando paran el corte por interrupciones operativas en nuestro central Enrique Varona, le ajusto las cadenas, reviso los reductores y el nivel de aceite, mientras que al concluir cada jornada, la dejo lista para el siguiente día, por eso no me falla; la combinada es como mi otra novia, gracias a ella he criado y encaminado a mis hijos”.
Renán sobrepasa la productividad planificada y la UBPC donde labora cumple el rendimiento estimado agrícola hasta la fecha, a pesar de que las plantaciones, todas en condiciones de secano, pudieran aportar mayores resultados.
“Los campos están desnivelados, son insuficientes las labores de cultivo después del corte, la maquinaria agrícola destinada a estas actividades es muy vieja, pero así continuamos luchando”, argumenta el destacado obrero.
“No obstante, me preocupa mi relevo. Antes los jóvenes recibían la teoría en la escuela y yo los entrenaba en el campo, esos centros de capacitación desaparecieron y en la actualidad faltan operadores en algunas unidades”.
Aunque todavía no piensa en el retiro definitivo de los surcos, el Héroe tiene una aspiración: “Quisiera echar mi vejez al volante de una combinada moderna como las llamadas CASE, creo que mi veterana KTP2M se ha ganado también el título de Heroína del Trabajo”.
Acerca del autor
Licenciado en Comunicación Social. Economista y periodista. Escribe sobre asuntos económicos, agropecuarios, de la construcción y la cultura. Multipremiado en concursos de periodismo, festivales de la radio y otros eventos. Atesora las distinciones Félix Elmuza y Raúl Gomez García, los sellos Laureado y 50 aniversario del periódico Trabajadores, y la Moneda Conmemorativa 60 aniversario de la UPEC.