La empresa estatal socialista tiene ante sí tres grandes obligaciones planteadas por el Che en su discurso a la clase obrera, en una fecha tan temprana como junio de 1960: producir, ahorrar y organizarse; y a los trabajadores por cuenta propia les toca velar porque sus quehacer no se deje penetrar por influencias ajenas a la sociedad que edificamos y se sientan cada vez más un componente fundamental de la obra colectiva Continuar leyendo