La voladura de un avión civil en pleno vuelo en las costas de Barbados, el 6 de octubre de 1976, es quizás el más divulgado acto de terrorismo cometido contra Cuba. Sus confesos autores intelectuales, Orlando Bosch Ávila y Luis Posada Carriles, no han saldado su deuda con la justicia; el primero ya falleció en su seguro refugio de Miami, y el segundo permanece libre en esa ciudad, donde goza de total protección y recibe frecuentes homenajes. Continuar leyendo
