No sé qué impulso me llevó a buscar Fervor de Buenos Aires, ese cuaderno iniciático de un joven Borges, aun vidente, que canta a la ciudad amada. El primer poema en la versión original del libro (1923), se llama Las calles –en una revisión posterior el autor decidió eliminarlo, sabemos que era implacable con su… Continuar leyendo
