Si después de la tormenta, llega la calma, como versa el refrán, aquí no llegó. ¡No llegará la calma!, anoté en mi agenda aquel 6 de noviembre, pero estábamos todos, sin lamentar de vida alguna, y por ello a un mes, volvemos a la normalidad con mucho por hacer, pero con las lecciones de lo mucho hecho, con el sudor de los de aquí y los de allá, en una Artemisa que reafirma la unidad de Cuba, pues juntos somos más Continuar leyendo
