En un mundo lleno de contrasentidos la desmemoria se convierte en pieza clave para acentuar la dominación imperialista. Las élites –que no dejan de despreciar a nuestros pueblos- se refocilan en mecanismos de manipulación ideológica y cultural, con el propósito de que no tengamos herramientas para pelear en el terreno de las ideas. Una de las claves macabras, para subyugar y expoliar, es la carencia de conexión con el pasado de luchas y que no esté a la mano el colosal acervo que nos entregaron nuestros predecesores. Continuar leyendo