Uno de los espacios donde el irrespeto social se exacerba diariamente es en el transporte urbano de la capital cubana. A la demora en la circulación de las rutas y que los choferes y los autotitulados ayudantes o cobradores no devuelven los 60 centavos, uno debe sumar la música del chofer, sus acompañantes o la de algún viajero que nos regala un reguetón Continuar leyendo