Estábamos en el suroccidente del guatemalteco departamento de Petén; y apenas tocamos tierra, un vehículo cargado de jóvenes vestidos con el uniforme gris que utilizan aquí nuestros médicos para trabajar en las comunidades, nos salió al encuentro. Del descubrimiento mutuo brotó casi simultáneamente la misma pregunta: ¿ustedes son cubanos, verdad? Continuar leyendo
