Javier Méndez es todavía para los capitalinos y una buena parte de los seguidores del béisbol en Cuba, el jardinero central de los “guantazos”,
uno de los bateadores de más tacto en la pelota revolucionaria, el hombre de las lesiones y enfermedades en momentos cumbres, el zurdo que guio a Industriales a un título de ensueño en el 2003 y anotó la carrera del triunfo en 1986 cuando Marquetti decidió con jonrón ante Rogelio García Continuar leyendo