Cada persona es un mundo. Cada familia tiene sus propias características. Cada sociedad acumula rasgos distintivos. Y cada país es la sumatoria de personas, familia y sociedad. No pensar desde lo individual es imposible, pero olvidar el pensamiento nacional o colectivo es tan o más peligroso que una bomba de tiempo sobre nuestras manos. ¿Somos conscientes de eso hoy? Continuar leyendo