El mar de Caibarién ahora es apacible. El viento ahora es una brisa suave. Pero el mar y el viento dejaron secretos incontables a su paso durante los días terribles del huracán Irma. El mar y el viento se devastaron a árboles vetustos que siempre fueron recios, también a techos, paredes, muros, casas, postes… Todo… Continuar leyendo