Iba a escribir de los directores de equipos para la 63 Serie Nacional cuando un amigo me recordó que este 16 de febrero Carlos Martí amaneció en Bayamo rodeado de 75 velas y un cake; bajó la cabeza con su acostumbrada sencillez, agradeció el gesto y luego abrazó a la vida por haberle permitido dar y recibir felicidad como excelente hijo, insuperable padre, exitoso director de equipo de béisbol y como paradigma de ser humano. Continuar leyendo
