Tras el temblor de 6.7 grados en la escala de Ritcher, acaecido este domingo, en el oriente cubano, el malecón del costero municipio de Pilón, reveló su peor cara: las losas, cual sueños quebrados, yacían fragmentadas, algunas hundidas, dejando al descubierto la tierra cual cicatrices frescas; el muro, partido en dos, ponía al descubierto… Continuar leyendo