Este lunes 18 de noviembre, en el imponente Taipei Dome, la última cara del equipo Cuba fue una derrota 2-0 ante la selección local, que ya vivía la felicidad de su clasificación a la ronda decisiva desde el día anterior, pero así y todo, llenó el único estadio techado de este país y celebró el éxito sobre unos caribeños que antiguamente los vencían con relativa facilidad Continuar leyendo
