A pesar de la calma que reina sobre la provincia de Guantánamo, propia de una bella tarde de sábado, los guantanameros y las guantanameras no creen en esta aparentemente ingenua tranquilidad y se mantienen alertas y preparándose ante la cercanía del huracán Matthew a la región oriental del país y los estragos que pueda dejar su paso por este territorio.
Luego de realizarse la reunión del Consejo de Defensa provincial y de que su Presidente Dennys Legrá Azhares indicara las medidas previstas en los planes de desastres para cada fase, los órganos de dirección y mando a todos los niveles cumplen en cada zona de defensa estas disposiciones que priorizan el resguardo de la población y los bienes de la economía.
En Guantánamo varias brigadas podan árboles para la protección de las redes eléctricas, se limpian zanjas y tragantes junto a otras tareas de higienización, trasladan el ganado hacia zonas altas y agilizan la recogida en la zafra cafetalera y otras producciones agrícolas.
Están abiertas las bodegas hasta las 10 de la noche para la venta de la canasta básica, garantizados en todos los territorios los servicios de salud y habilitan con combustible los grupos electrógenos que aseguran la electricidad de la población, y de las panaderías y las industrias productoras de alimentos.
Las estaciones meteorológicas y la red informativa de Recursos Hidráulicos mantienen estrecha vigilancia sobre la evolución y futura trayectoria del Huracán. En la actualidad los embalses guantanameros se encuentran a poco más del 38 por ciento de llenado, lo que los pone en condiciones de recibir grandes volúmenes de agua, con la excepción de la presa Faustino Pérez, principal abastecedor del líquido a la ciudad capital pues almacena 23 de los 26 millones de su capacidad total.