Problemas con la lectura del reloj contador es la síntesis de la queja que nos hizo llegar la fiel lectora y colaboradora de Buzón abierto, la cerrense Liset García Ofarrill, vecina de calle Romay, No. 166 e/ Omoa y San Ramón.
En su carta enviada por correo electrónico, plantea que en mayo último una brigada de la Empresa Eléctrica de La Habana cambió los equipos mencionados en las casas del barrio y sin conocerlo, el de ella venía con lectura, “son de los que reparan y dan como aptos”, asegura.
Al recibir la factura por un monto de 88 pesos, “me dicen que es con ajuste, pues resulta la primera con el reloj recién instalado, pero que al mes siguiente será más alta, porque es la real. Yo estuve de acuerdo ya que en los meses de verano siempre pago entre 100 y 120 pesos por el consumo eléctrico. Sin embargo, el recibo correspondiente a junio fue por 217 pesos (366 kilowatt)”.
Tanta diferencia conmocionó a Liset, quien cuenta que después de pagar, presentó su queja en la oficina de la Esquina de Tejas, donde la atendieron amablemente; un inspector se personó en su casa y le explicó que no podía comparar ambas lecturas para saber el gasto real de 30 días, pues la documentación pertinente que debe llevar el operario no había llegado a la oficina.
Manifiesta inconformidad porque costeó una electricidad que no utilizó y la única satisfacción que tiene es el buen trato recibido durante la tramitación de su queja.