En Cuba la inclusión es un referente, pues la educación se basa en principios martianos y, por ende, responde a los intereses de todos. De ahí que las metas formuladas por la Unesco para el año 2030 sean aquí una realidad, afirmó el Doctor Orlando Terré Camacho, presidente de la junta de la Asociación Mundial de Educación Especial y de la Organización Mundial de Educación, Estimulación y Desarrollo Infantil (AMEE-OMEEDI).
Bajo el título de Inclusión, una palabra responsable, Terré pronunció su conferencia magistral en el contexto del VII Congreso Internacional Educación y Pedagogía Especial y el IV Simposio de la Educación Primaria, espacio en el cual defendió la idea de que no se trata de incluir por incluir, ni de hablar de escuelas para todos, sino con derecho a todo.
Se refirió a la necesidad de contar con un docente diferente que responda a las necesidades, intereses y problemas que se sostienen a partir del modelo de enseñanza-aprendizaje.
“¿Quién enseña y quién educa en la escuela de hoy?”, preguntó con marcada intencionalidad, para al mismo tiempo responder: “Históricamente el maestro era el dador de conocimientos, ahora se transforma en un facilitador de los ritmos de aprendizaje de los niños, los cuales son diversos y, por lo tanto, debe dosificar —desde su propia experiencia— una serie de propuestas didácticas para el mejoramiento de este proceso”.
El especialista consideró que en Cuba la inclusión no constituye un problema, pues la educación no responde a las élites, como sí ocurre en otros países; en tanto consideró fundamental aceptar las diferencias de los seres humanos.
Aseguró que el modelo cubano de inclusión educativa se sostiene, sobre todo, a partir de la responsabilidad de la llamada “regla de tres”, es decir la escuela, la familia, y la comunidad. “Lo cual aquí está garantizado”, resaltó.
Dijo que detrás de todo esto está el líder de la Revolución Fidel Castro que en agosto venidero cumplirá 90 años. “Desde mi alma y corazón creo que si en Cuba hay Educación Especial es porque él ha sido uno de sus fieles amantes y ha creído en quienes diseñaron los proyectos para llevarla adelante”, aseveró Terré.